Para Topolansky, decisión de Lacalle sobre su asunción complica a arroceros y a Conaprole

El presidente electo Luis Lacalle Pou no invitará al cambio de mando del 1° de marzo a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua porque entiende que violan el primer artículo de la Carta Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA), según informó este miércoles el diario El Observador.

La decisión generó varias críticas desde el Frente Amplio, entre ellas del ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, que dijo en el programa Doble Click (Del Sol) que la decisión puede "traer consecuencias".

Por su parte, Sebastián Hagobian López, miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales del Frente Amplio, dijo a Montevideo Portal que esta decisión implica "una política exterior sesgada de derecha". Se preguntó por qué se invita entonces a Honduras, donde hubo fraude electoral, violaciones de los derechos humanos y asesinados, y señaló casos similares como Haití y El Salvador.

A las críticas se sumó la vicepresidenta Lucía Topolansky, quefue la entrevistada central en Informativo Sarandí este viernes.

"Nosotros tenemos relaciones diplomáticas con los tres países y siempre se invita a los países con los que uno tiene relaciones diplomáticas. Si el tema de la democracia lo aplicamos como define ONU, los únicos con democracia plena son Costa Rica y Uruguay", dijo.

"Cuando nos achacaron de ideologizar las relaciones exteriores, ídem", agregó la vicepresidenta. Señaló que con estas decisiones "la gente de la Asociación de Cultivadores de Arroz está complicada porque el segundo mayor comprador es Cuba, y la gente de Conaprole porque les está vendiendo lácteos".

"Uno no puede agredir a un país con quien tiene relaciones de intercambio comercial. Yo no recuerdo ningún otro antecedente igual, siempre se invita a todos. Luego puede ser que alguno no venga", dijo.

Topolansky también criticó las referencias de integrantes del gobierno electo -como Álvaro Delgado o el propio Luis Lacalle Pou- a que la situación financiera era peor que la prevista.

"La situación financiera era completamente conocida, transparente, no había nada oculto. Si eso no se había medido con la rigurosidad que se conocía, es problema de quienes lo midieron, no del gobierno. Hemos hecho una transición como nunca se había hecho en este país, Recordamos bien la transición de Jorge Batlle a Tabaré Vázquez: no tuvo todo ese despliegue de información que hemos hecho", afirmó.