"Si un miembro sufre, todos sufren con él. Estas palabras de San Pablo resuenan con fuerza en mi corazón al constatar una vez más el sufrimiento vivido por muchos menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas", dice la carta de Francisco.

El pontífice añade que "el dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor" y urge "a reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad".

Con información de EFE