Ola de robos en bancos

Con la ola de robos a mano armada que vienen sufriendo los bancos desde fines de 2010, las autoridades, empresas de seguridad, y hasta los propios clientes, se vieron obligados a cambiar sus rutinas.

El último robo ocurrió en la tarde del martes, cuando fue asesinado el guardia de seguridad Luis Alberto Moreira, en el banco Discount Bank de Goes. Moreira trabajaba para la empresa Seguridad Uruguay y tenía 44 años.

Robert Parrado, psicólogo y licenciado en seguridad pública, consideró que el número de robos a bancos es "importante y merece la atención".

"Es evidente que los delincuentes percibieron una fragilidad o debilidad en los sistemas de seguridad, que les permitió tener éxito en cada uno de los atracos que vienen realizando. Lo que pasa es que esto impacta en víctimas directas e indirectas. Esto impacta en una persona que va a hacer un trámite. Por ejemplo, a veces vas con tus hijos a hacer un trámite a una casa financiera. Esto puede llevar a analizar el sistema de seguridad teniendo en cuenta la cantidad de personas y el flujo de gente. Porque puede pasar que haya una repuesta del guardia de seguridad, como intentó, y puede resultar herido un cliente, empleado o una persona que pasaba por la vereda. En este caso murió el guardia", consideró Parrado.

A su juicio, "hay que pensar estratégicamente. ¿Qué es lo mejor? ¿Policía 222 con mejor equipamiento? ¿O preguntarse si los guardias están capacitados para este tipo de delitos? A mi criterio las empresas de seguridad están uno o dos pasos atrás en materia de seguridad respecto a la policía. Si se bajaron los requisitos a nivel policial en los últimos tiempos, ni que hablar que los requisitos para una empresa de seguridad son aún menores".

Profesionales y novatos

Según relató el Director de Investigaciones de la Jefatura de Policía de Montevideo, Enrique Loureiro, Luis Alberto Moreira recibió un impacto de bala al intentar desarmar a uno de los delincuentes.

Loureiro confirmó que los hombres actuaron a cara descubierta y desde las imágenes de las cámaras de seguridad se pudo identificar a los asaltantes.

"Quien realiza un atraco a un banco de magnitud como pasó en Uruguay, era algo en lo que se veía determinada planificación. Se supone que el delincuente tiende a analizar su propia seguridad. En estos casos parecería que el nivel de los delincuentes es notoriamente inferior. Con un pensamiento mucho más concreto, poca planificación y con vehículos bastante precarios. No son motos grandes o potentes. Son marcas de segunda categoría. Asumen muchos riesgos, que habla del poco valor que le dan a sus propias vidas y libertad. Por ende, ese es el valor que le dan a la vida de terceros con los que se van a enfrentar", explicó Parrado.

El psicólogo y licenciado en seguridad pública, consideró que la ciudadanía comenzará a analizar el mercado en materia de seguridad. "La seguridad se va a incorporar como un punto más de los productos que las empresas van a comenzar a brindar".

Consultado sobre el trabajo de los guardias de seguridad y la influencia que tienen estos últimos atracos, Parrado opinó que comenzarán a analizar la tarea que estaban haciendo y también exigirán algunos otros atributos para mejorar su propia seguridad. Desde chalecos anti balas, hasta mejor formación.

"Eso los pone en un nivel de alerta que no tenían pero que tiene que estar acompañado de respuestas. Ya sea repuesta policial inmediata, o medios disuasivos en los propio bancos", dijo Parrado.

Robert Parrado es psicólogo, Licenciado en seguridad pública y columnista del programa Viva la Tarde de Radio Sarandí.