Una comisión del Senado se reunió este martes para discutir la Rendición de Cuentas y en sendas ruedas de prensa legisladores oficialistas y opositores cruzaron declaraciones sobre el estado de la economía.

Uno de los oficialistas que declaró fue el nacionalista Jorge Gandini, quien acusó que "desde el punto de vista de las cuentas públicas" el 2019 fue "el peor año de los cinco" del último gobierno "y los cinco últimos años son los peores de los 15 del gobierno del Frente Amplio".

Gandini denunció que "en materia de crecimiento del PBI nos estancamos" ya que "el último trimestre fue 0,2 % de crecimiento, igual que el anterior". Además, señaló que "en materia de déficit fiscal" la cifra estuvo cerca del 5 % del PBI, cuando "estaba previsto un 3 %". "En materia de empleo, 10.5 % (en febrero), estaba previsto un 9 %".

También denunció que la inflación fue superior a los objetivos del anterior gobierno. Además, dijo que "una vez más se violentó lo que el Frente Amplio llamaba la regla fiscal, que es el tope de endeudamiento. Hay una ley de 2018 que estableció un tope de endeudamiento que una vez más fue superado".

Mientras tanto, el senador frenteamplista Daniel Olesker dijo que "en el relato de la rendición de cuentas" el oficialismo "hablaba de un país fundido, de un país quebrado, de un país con grandes problemas", pero rebatió estos dichos.

"Se decía que era un problema que en 2019 la pobreza había aumentado de 8,1 % a 8,8 %, sin embargo no se decía que cuando se miraba globalmente había bajado de 39,6 % a 8,8 %", acusó en referencia a la comparación entre 2004 y 2019. Por otro lado, aseguró que el déficit fiscal "es el resultado del aumento del gasto, que tiene una razón". Olesker aseguró que el 75 % del aumento del gasto público de 2004 a 2019 se dedicó a cinco rubros: salud, educación, vivienda, protección social y seguridad pública.

"En educación pasamos de 3,2 % a 5,1 % del PBI, duplicando el salario real de los docentes y multiplicando por casi tres el gasto por alumno. En salud pasamos de tener un presupuesto de ASSE que era más o menos de 700 pesos por persona a tener 2.500 pesos, multiplicamos por tres veces y medio el gasto de ASSE ampliando la cobertura de Fonasa", señaló.

En cuanto a la inversión en vivienda, dijo que "era 0,3 % del PBI" antes de los gobiernos del Frente Amplio, o sea que "se invertía unos 60 o 70 millones de dólares por año antes de 2005", y pasó a ser del 0,6 % del PBI, por lo que es de "200 millones de dólares al año".

En cuanto a los vínculos contractuales del Estado, Olesker dijo que "hay 72.000 vínculos laborales más en el 2019 que en el 2004" pero "si tomamos los cinco rubros prioritarios (salud, educación, vivienda, protección social y seguridad pública) hay 74.000 personas más". "Esto quiere decir que en los demás rubros que no son estos cinco bajó la cantidad de personal público, salvo en las intendencias del interior del país, donde aumentó en 2.985 puestos de trabajo entre 2004 y 2019".

"Hay un déficit fiscal pero ese déficit fiscal es sustentado en un gasto social que permitió reducir la pobreza y la desigualdad al mismo tiempo, y además permitió incluir en educación, en salud, en vivienda y en protección social a miles y miles de personas que no estaban incluidas", concluyó Olesker sobre el tema: "Ese déficit es el resultado de un gasto social que permitió a la gente vivir mejor".

Por su parte, el senador Mario Bergara dijo que "el gobierno pone el foco en los últimos años, en donde ha habido deterioros en varios aspectos, incluido el del empleo", y dijo que algunos de estos aspectos "tienen que ver con un contexto internacional sin duda muy desfavorable, con una situación crítica en los países vecinos".

Sin embargo, el Frente Amplio pone "el foco" en mirar más allá de los resultados económicos de los últimos años, donde se produjo una "cantidad de fortalezas". "Ese relato de fortalezas no lo hacemos solo nosotros, también lo hace el gobierno cuando le habla a los inversores internacionales, que muestra no un país en declive, no un país en ruinas, no un país fundido, sino un país con enormes fortalezas en lo institucional, en lo macroeconómico, en lo financiero, en lo social, y eso es lo que da soporte para que los inversores internacionales pongan el dinero", señaló.

"A pesar de que el déficit hoy es más alto que cuando el Frente Amplio empezó a gobernar, la fortaleza financiera del Estado es increíblemente más potente hoy y por algo el Uruguay tiene el grado de inversión, por algo los inversores te prestan a tasas bajas, porque a pesar del déficit fiscal hay una enorme cantidad de reservas internacionales. El peso de la deuda cayó, el sistema bancario funciona de manera muy sólida, todas las características de la deuda mejoraron, si bien la variable del déficit hay que corregirla", aclaró.