El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, analizó ante los senadores de la Comisión de Hacienda Integrada con Presupuesto la coyuntura macroeconómica y el desempeño de diversos indicadores, y afirmó que se registra una “desaceleración”, pero sin señales de ingresar en una fase de estancamiento.

“Efectivamente, la economía uruguaya está atravesando una fase de desaceleración, pero en absoluto compromete la programación fiscal que está prevista en el presupuesto”, dijo Oddone durante su comparecencia de este jueves, según las actas de la reunión a las que accedió Montevideo Portal.

El tema fue planteado desde el inicio de la reunión por el secretario de Estado, quien abrió su exposición ante los senadores con un abordaje de la coyuntura.

“Nosotros estamos observando señales de una economía que se está desacelerando, pero en cualquier caso queremos subrayar que, a los ojos de la interpretación del equipo económico, no hay ninguna señal que nos permita a nosotros afirmar que la economía está ingresando en una fase de estancamiento. No obstante, como voy a fundamentar en los próximos instantes, eso no altera nuestra visión de crecimiento promedio para el quinquenio y, en particular, para el crecimiento esperado para 2026. Ese es un mensaje muy importante”, dijo el ministro.

A continuación, Oddone indicó que el indicador mensual de actividad económica del Banco Central del Uruguay “sugiere estancamiento”, aunque planteó tomarlo “con cuidado” por considerar que este indicador es “parcial” y que “en ningún caso configura una descripción comprensiva de la economía”.

Sobre el mercado laboral, señaló que “está presentando algunos signos de enfriamiento, pero en ningún caso esto constituye una preocupación o una señal en materia de análisis de coyuntura que preocupe o cambie la expectativa de crecimiento”.

“En cualquier caso, estamos viendo una tasa de empleo que se mantiene constante y en crecimiento en el mes de enero, y, en el mes de setiembre, en términos interanuales, tuvimos una creación de 20.000 puestos de trabajo, comparado con lo que era el mismo mes del año anterior”, sumó.

En contrapartida, el ministro afirmó que “hay algunos otros indicadores que apuntan a un dinamismo importante de la economía uruguaya, como es la venta de autos, que sigue teniendo un crecimiento importante”. Sobre esto, señaló un incremento mensual de 2%.

También apuntó al dinamismo de las exportaciones, con un crecimiento mensual de 10%.

“O sea que cualquier indicador que uno mire de la estadística pública no permite hacer otra cosa que concluir que la economía está registrando una leve desaceleración, pero a los efectos de la mirada del Ministerio de Economía y Finanzas y de las autoridades de la conducción de la política económica de Uruguay esto no configura un escenario que amerite revisar la programación fiscal contenida en el presupuesto”, señaló.

En su análisis, el ministro además advirtió por algunos factores transitorios que afectaron al tercer trimestre de este año. Entre ellos, mencionó la ruptura de la boya de José Ignacio, que llevó a la refinería de La Teja a operar al 50% de su capacidad, y la parada técnica de las empresas UPM y Montes del Plata.

“En tercer lugar, destacamos el típico efecto de ciclo político que tiene la inversión pública y, en particular, la obra pública cuando hay un primer año de gobierno donde la agenda de proyectos se está discutiendo y se materializa o se empieza a ejecutar en el siguiente año”, sumó.

“A su vez, ninguno de estos factores, ni la parada técnica de las dos compañías de la industria de la celulosa ni el fenómeno que tuvo lugar en la boya van a estar presentes en 2026, razón por la cual entendemos que los factores que han generado esta suerte de estadística de enlentecimiento son factores de naturaleza transitoria”, señaló.

Al seguir con su exposición, el ministro remarcó que “ningún indicador adelantado ni las explicaciones de fenómenos transitorios que han tenido lugar son las que están generando esta suerte de datos menos positivos”, y agregó: “En ningún caso configuran una señal que nos lleve a revisar nuestra mirada de perspectiva económica de los próximos meses”.

“Las proyecciones que divulga el Banco Central, tanto las propias como las respuestas de la mediana de los analistas —la última es de noviembre de 2025—, están indicando que para el año 2025 hay un crecimiento esperado de 2,3% y de un 2% para los próximos años. Esto está levemente por debajo de los supuestos establecidos en el presupuesto, pero, en cualquier caso, están dentro de lo que son márgenes tolerables de desvío con relación a la visión de las metodologías de análisis. Quiere decir que en ningún caso esa revisión de perspectiva de crecimiento a nosotros nos ha llevado a hacer una revisión de los indicadores de actividad”, remarcó.

Oddone también dijo que lo señalado en la exposición “no es diferente” a lo que se preveía por parte de la cartera, sino que lo describió como “una constatación de una descripción del análisis de la situación económica”. “Por supuesto que lo vamos a seguir monitoreando y, en la medida en que encontremos innovaciones que nos lleven a corregir, vamos a ser los primeros que lo vamos a hacer”, completó.