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El estrés

Obispo de Melo dijo que el párroco de Fraile Muerto se fue “por salud” y sin permiso

Heriberto Bodeant asegura que la acusación de promiscuidad sexual contra un sacerdote es “muy seria”, porque es una “falta moral muy grave”.

25.08.2018 12:37

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2018-08-25T12:37:00-03:00
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El obispo de Melo, Heriberto Bodeant, emitió un comunicado en referencia a la acusación al párroco de Fraile Muerto de mantener relaciones sexuales con menores, en el que asegura que se le prohibió la salida del país y que la investigación continúa abierta.

Bodeant indicó que no se recibió en el Obispado ninguna denuncia formal sobre abuso de menores, pero reconoció que en el gimnasio de Fraile Muerto "apareció un escrito que aludía al sacerdote, involucrándolo sexualmente con tres personas".

"En una conversación que inmediatamente sostuve con el sacerdote alegó que el escrito en la pared era "una calumnia" y manifestó su deseo de volver a Colombia para atender su salud, porque se sentía muy estresado", continúa el comunicado difundido por la Conferencia Episcopal.

El obispo agregó que le insistió al párroco que no podía viajar a Colombia, en donde viven sus padres. "Se le dijo rotundamente que no se le daba autorización para retirarse de la diócesis sin que se aclarara debidamente si había ocurrido algo o no", sentencia.

"El sacerdocio es un estado de vida. El sacerdote, antes de su ordenación, hace una promesa de celibato. Eso es parte de su total consagración a Dios y al prójimo. Se compromete así a vivir en abstinencia de relaciones sexuales, canalizando su afectividad en la consagración que ha hecho. El celibato bien entendido no es una auto represión, sino una forma de vivir una entrega de la propia persona a Dios y a los hermanos", continuó.

"La acusación de promiscuidad sexual contra un sacerdote es una acusación muy seria, porque se le está acusando de una falta moral muy grave. Si esa acusación es probada, la Iglesia sanciona esa conducta con penas que pueden llegar hasta la expulsión como miembro del clero. Eso se hace a través de un proceso eclesiástico, que se inicia con una investigación", agregó Bodeant en sus declaraciones.

Además, el obispo aclaró que, si un sacerdote tiene relaciones con personas menores de edad, "se trata de algo aún más grave y que configura un delito en el que la justicia de los Estados también interviene, de acuerdo con las leyes de cada país".