Una mujer de 27 años comparecerá este lunes ante la justicia neozelandesa tras ser detenida por un caso estremecedor de maltrato infantil: transportaba a una niña de dos años dentro de una maleta ubicada en el compartimento de equipaje de un ómnibus interurbano.
El hecho ocurrió el domingo al mediodía en la localidad de Kaiwaka, a unos 100 kilómetros al norte de Auckland. El caso salió a la luz gracias a la rápida intervención del conductor del autobús, quien notó movimientos sospechosos dentro del equipaje y dio aviso a las autoridades.
Al revisar la maleta, el conductor descubrió a la menor, según detalló el inspector Simon Harrison en un comunicado oficial. La niña presentaba signos de haber estado expuesta a calor excesivo, pero no tenía lesiones visibles. Fue inmediatamente trasladada a un hospital para una evaluación médica completa.
“La menor tenía mucho calor, pero por lo demás parecía ilesa. El conductor actuó con rapidez y evitó un desenlace mucho peor”, subrayó el inspector Harrison, destacando la importancia de su accionar.
Investigación en curso
Las autoridades aún no han confirmado si existe vínculo familiar entre la mujer detenida y la niña. Por el momento, la acusada enfrenta cargos por maltrato y abandono infantil, delitos que en Nueva Zelanda pueden acarrear penas de prisión efectiva.
El caso ha generado conmoción en el país oceánico y reabre el debate sobre los mecanismos de protección a la infancia y el monitoreo de entornos familiares vulnerables. También pone en relieve el rol crucial de terceros —como el conductor— en la detección temprana de situaciones de riesgo extremo.
Con información de EFE
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