Lupinacci murió a los 80 años, en el Sanatorio Americano, y fue despedido por un comunicado firmado por Cancillería, informó La República.

El diplomático fue uno de los más controvertidos de los últimos años de la diplomacia uruguaya. Embajador de nuestro país frente al gobierno venezolano en 1976, contribuyó a la redacción del memorando secreto que analizaba la conducta a seguir por el gobierno uruguayo frente a la desaparición de Elena Quinteros.

En 1993, desempeñándose como embajador en Italia, envió a nuestro país una foto del químico Eugenio Berríos, asegurando que residía en la ciudad de Milán, aunque el chileno llevaba tres meses muerto.

También fue embajador ante Chile y el Vaticano, y se desempeñó como asesor de asuntos jurídicos de la OEA.