Contenido creado por Jorge Luis Costigliolo
Internacionales

El farolito de la calle en que nací

Mujica defendió a Dilma Rousseff y Lula Da Silva

Mujica opinó que solo falta que a Dilma Rousseff “la cuelguen de un farol”, en relación a la campaña desatada en Brasil con miras a su destitución. El ex presidente también defendió a Lula Da Silva, y dijo que “está convencido” de que “no está con las manos metidas en el enchastre”.

23.03.2016 15:55

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2016-03-23T15:55:00-03:00
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El ex presidente José Mujica dijo que solo falta que a la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, "la cuelguen de un farol", en relación al trámite iniciado por el Congreso de su país para un posible juicio político con miras a su destitución.

"Hay una formidable campaña contra el Gobierno de Dilma (Rousseff)", que abrió "las investigaciones más profundas anticorrupción de la historia de Brasil (...) y sin embargo (sólo) falta que a esta mujer la cuelguen de un farol", expresó Mujica en su espacio radial en la emisora M24.

El ex mandatario agregó que para derribar a Rousseff "hay un impulso denodado de algunos legisladores, que tienen tres, cuatro y cinco causas pendientes con la Justicia por corrupción".

La Cámara de Diputados de Brasil inició el trámite para un eventual juicio con miras a la destitución de Rousseff, acusada de cometer unas supuestas irregularidades en el Gobierno entre 2014 y 2015 en sus balances, de los que habría ocultado unas millonarias deudas acumuladas con la banca pública.

Por otro lado, Brasil atraviesa actualmente una aguda crisis, tanto económica como política, como consecuencia del escándalo de corrupción que envuelve a la petrolera estatal Petrobras.

El caso ha salpicado a políticos de distintos partidos, entre ellos al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), investigado por blanqueo de dinero y falsificación de documentos.

El responsable de investigar las corruptelas en Petrobras es el juez federal Sergio Moro, quien ya aplicó 93 condenas en los últimos dos años a implicados en este caso y quien también ordenó que Lula fuera interrogado en una comisaría de Sao Paulo el pasado 4 de marzo.

Para blindarlo ante los tribunales, Rousseff nombró a Lula como nuevo ministro de la Presidencia en el Ejecutivo, pero tras decenas de demandas presentadas contra este nombramiento, el Tribunal Supremo decidió que analizará el caso y determinará la próxima semana si el ex presidente puede asumir un cargo en el Gobierno.

En el marco de esta decisión tomada por Rousseff, el juez Moro divulgó, alegando que eran de "interés nacional", los audios de escuchas hechas al teléfono de Lula, autorizadas por la Justicia por su condición de investigado, en las que incluyó conversaciones con la propia presidenta.

"Hemos quedado sorprendidos ante la presencia de integrantes de algunos poderes judiciales con una notoria parcialidad que más que juzgar parecen actores del área política (...) que dan información previa a la prensa de procedimientos presumariales, una cosa a la que no estábamos acostumbrados", dijo Mujica sin ofrecer nombres.

El senador del MPP defendió a Lula, a quien definió como un "luchador formidable" que impulsó reformas y contribuyó con un conjunto de políticas a que más de 40 millones de brasileños pobres hoy tengan otro provenir".

"Yo estoy convencido de que Lula no está con las manos metidas en el enchastre, seguramente que hay enchastre en alguno de su fuerza política, como los hay en los partidos de oposición", manifestó Mujica.

En opinión del ex presidente, la crisis política que atraviesa Brasil "pone en tela de juicio la propia democracia representativa", y alertó de "actitudes fascistoides y militaristas convocando a un golpe militar".

(Fuente: EFE)