Contenido creado por Gerardo Carrasco
Internacionales

Terrible

Mujer fue mutilada por su pitbull y no pidió ayuda por temor a que lo sacrificaran

Ocurrió en Argentina. Perdió un brazo y pasó dos días soportando graves heridas. “No me saquen a los perros”, repetía.

18.01.2023 10:11

Lectura: 2'

2023-01-18T10:11:00-03:00
Compartir en

Una mujer de 66 años residente en Alta Gracia, provincia argentina de Córdoba, sufrió la amputación de un brazo luego de ser atacada por uno de sus perros.

Según informara la televisora A24, la víctima es una docente jubilada y reside en “condiciones lamentables” junto a varios canes.

Días atrás, dos de los animales se trabaron en lucha y la dueña intervino para separarlos. En ese momento, uno de los perros, de raza pitbull, la atacó salvajemente. Pese a la gravedad de las heridas sufridas, la mujer no buscó ayuda por temor a que le quitaran a los perros.

“No daba más del dolor”, describió uno de los vecinos que la asistió, dos días después del ataque.

De acuerdo con el citado medio, los vecinos hallaron a la mujer “virtualmente desangrándose”. Tenía amputado el antebrazo derecho y graves lesiones en la mano izquierda y en el estómago. Pese a su situación, solo le preocupaba la suerte de sus mascotas. “No me saquen a los perros”, repetía sin cesar.

“Le faltaba el antebrazo y una mano estaba desgarrada”, afirmó el comisario inspector Diego Cambronero, jefe departamental, en declaraciones a El Doce TV.

“La mujer está bien, pero tiene una enorme lesión en el brazo derecho desde el codo hacia abajo con pérdida de la mano, del músculo y el hueso expuesto”, dijo Enrique Nicolás Fernández, director del sanatorio al que fue trasladada la víctima. “Probablemente reciba una amputación doble. Veremos la evaluación vascular. Hasta ahora el brazo derecho prácticamente quedó amputado [...]. Y veremos qué pasa con el brazo izquierdo”, detalló en entrevista con Radio Mitre.

La mujer vivía sola con sus perros y en una situación insalubre.

Paola Rodríguez, proteccionista local, visitó el lugar de residencia de la mujer y dijo que el panorama era “el peor: los animales no tenían agua ni comida, estaban arriba de sus heces y de su orina, no tenían luz ni aire, y ella vivía en el mismo lugar”.