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Internacionales

Violencia interminable

Militar uruguayo en Haití: “Teníamos esperanza de que todo esto hubiera quedado atrás”

José Gentini fue uno de los últimos jefes del contingente uruguayo en Haití. “Es una noticia sumamente triste”, dijo sobre el magnicidio.

08.07.2021 10:03

Lectura: 5'

2021-07-08T10:03:00-03:00
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Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy

Ente 2004 y 2017, las Fuerzas Armadas del Uruguay participaron de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah). Dicha iniciativa tenía como fin la pacificación del país y el propiciamiento de su reconstrucción institucional, debido a la coyuntura de caos en que se encontraba sumido.

A pesar de la lenta ý sostenida mejora de los estándares del país, la situación nunca llegó a ser óptima. Ahora, el brutal magnicidio que copó las portadas de la prensa pone de vuelta sobre la mesa la vulnerabilidad institucional del país y la presencia rampante de la violencia.

El coronel José Gentini estuvo a cargo del contingente del Ejército Uruguayo en Haití entre enero de 2015 y febrero de 2016. En diálogo con Montevideo Portal, habló sobe su experiencia en el país caribeño que esta semana se vio conmovido por el asesinato de su presidente. Dicho magnicidio revela la existencia en el país de grupos violentos y con capacidad de fuego suficiente para acciones de envergadura, algo que -recordó- había sido suprimido durante la misión de ONU.

"La misión era brindar las condiciones de seguridad para la estabilización de Haití", explicó a Montevideo Portal el militar. Dentro de esa misión, "uno de los componentes era el militar, y no necesariamente el más importante". Según el coronel, su función era "servir de soporte para que otros hicieran su trabajo".

En rigor, el elemento de más peso dentro de la misión era el político, y los cascos azules debían "brindar estabilidad a un país que tiene un sistema político muy complejo, lo que generaba situaciones como la que se está viviendo hoy".

En aquel entonces "el mayor drama que vivía Haití era una criminalidad exacerbada, que no podía ser atendida con componentes exclusivamente policiales". Por ello, mientras las tropas de varios países mandatadas por ONU trabajaban en la seguridad, la misión llevaba adelante un proceso de instrucción y capacitación de la policía local, en procura de que estuviera lista lo antes posible para hacerse cargo de la situación.

"Había zonas que estaban liberadas a las pandillas, se había desbordado mucho" la criminalidad, insistió.

Luego, "cuando la misión fue progresando y se consideró que ya las autoridades haitianas estaban en condiciones de asumir esas funciones, la presencia militar fue disminuyendo lentamente hasta su desaparición en 2017".

En el período en que Gentini estuvo a cargo del contingente uruguayo en Haití, el país caribeño tuvo tres elecciones a diferentes niveles: legislativas, regionales y presidenciales. Según recuerda, más allá de que el porcentaje de votantes solía ser bajo respecto al padrón, "había participación activa, la población estaba interesada en la política".

"Nosotros éramos espectadores, teníamos que procurar que el acto eleccionario se desarrollara en un clima de normalidad. Nuestra presencia y patrullaje permanente contribuían a desestimular cualquier tipo de situación de violencia". Pese a ello, "se daban casos aislados de agresiones, o algún intento de incendiar lugares de votación".

Gentini contó que si bien en la época previa a la Minustah había en Haití grupos armados con capacidad de acción suficiente como para cometer un atentado o magnicidio, posteriormente "quedaron desbaratados, neutralizados" por el accionar militar de la misión.

"Cuando la misión mutó hacia algo más político y se decidió retirar la expresión militar, se corría el riesgo de que esto recrudeciera", dijo el militar, quien pese a ello destacó que en aquel entonces "la misión se había cumplido" y el país había alcanzado razonables niveles de estabilidad.

"En el tiempo en que nos fuimos, Haití estaba pacificado, y la misión así lo dispuso. No es que nos fuimos y todo se vino abajo: las condiciones estaban dadas para no mantener la presencia militar", precisó. Por desgracia. "Luego, con el diario del lunes se ven otras cosas".

"Desde el punto de vista militar ya avizorábamos que había un riesgo al retirarnos, pero si hablás con un médico todo el mundo está enfermo, si hablas con un cura somos todos pecadores, y si hablás con un militar siempre se va a referir al riesgo de la seguridad", ejemplificó.

Gentini sostiene que al analizar las noticias que llegaban desde Haití en los últimos tiempos "ya se notaba un deterioro", razón por la que los uruguayos que habían estado allí y sienten afecto por ese país "cruzábamos los dedos para que no desembocara en situaciones como esta, y evitar la eventualidad de otra vez tener que desplegar una misión de paz para resolver un tema que se daba por saldado".

Por ello, considera que el magnicidio cometido en el país caribeño "es una noticia sumamente triste. Teníamos la esperanza de que todo eso hubiera quedado en el pasado", lamentó.

Por Gerardo Carrasco
  gcarrasco@m.uy