Microsoft presentó sus resultados del primer trimestre fiscal, superando las expectativas de ingresos y beneficios gracias a la fortaleza de su unidad de nube. Sin embargo, sus acciones cayeron un 3% en las operaciones previas a la apertura, debido a preocupaciones por el aumento de sus gastos de capital y recientes interrupciones en sus servicios.

La compañía reportó ingresos totales por US$ 77.700 millones, por encima de los US$ 75.500 millones proyectados, y ganancias por acción (EPS) de US$ 3,72, también superiores al consenso de US$ 3,68. En el mismo período del año anterior, había reportado US$ 65.600 millones en ingresos y un EPS de US$ 3,30.

El crecimiento estuvo liderado por la división Intelligent Cloud, que incluye Azure, con ingresos por US$ 30.900 millones, superando la previsión de Wall Street de US$ 30.200 millones. En total, el segmento de nube comercial alcanzó US$ 49.100 millones, un crecimiento interanual del 26%.

No obstante, lo que generó nerviosismo en el mercado fue el aumento de los gastos de capital, que crecieron 74% interanual, alcanzando los US$ 34.900 millones, de los cuales la mitad fue destinada a la compra de GPUs y CPUs para atender la creciente demanda de servicios en la nube ligados a IA.

Alianzas estratégicas y reconfiguración de OpenAI

En paralelo, Microsoft y OpenAI anunciaron un nuevo acuerdo que modifica su estructura de colaboración. Bajo los nuevos términos:

Este giro marca un nuevo capítulo en la estrecha relación entre ambas compañías, que ha sido central en el desarrollo y despliegue global de tecnologías de IA a través la plataforma Azure.

Expansión de IA al consumidor

Microsoft también avanza en su estrategia de integrar IA a sus productos de consumo. Tras lanzar los Copilot+PCs y añadir funciones de IA a Windows 11, la compañía anunció este mes la posibilidad de interactuar con Copilot mediante comandos de voz, además de integrarlo a sus aplicaciones de Xbox.