"El sistema de salud está sometido a una presión amenazadora", advirtió Ulrike Demmer en una rueda de prensa. "Por eso se justifican los llamados a un confinamiento corto y uniforme", consideró la portavoz.

El número de pacientes en cuidados intensivos "ha aumentado un 5% en un día", advirtió la portavoz del gobierno.

La tasa de incidencia de siete días alcanzó el miércoles 110,1 en Alemania, con 9.677 casos registrados oficialmente y 298 muertes en 24 horas, según el instituto Robert Koch de vigilancia sanitaria.

"Necesitamos una incidencia inferior a 100", argumentó Demmer, advirtiendo que los datos actuales probablemente sean parciales debido al largo fin de semana de Pascua.

Uno de los posibles candidatos a suceder a la canciller, el líder del partido conservador CDU, Armin Laschet, defendió en los últimos días un confinamiento de "dos o tres semanas" para bajar la tasa de incidencia hasta que la campaña de vacunación surta efecto.

Sin embargo, se mostró impreciso sobre las modalidades, especialmente en lo que respecta a posibles nuevos cierres de escuelas y guarderías.

Con información de AFP