Alexander Subbotin se acaba de sumar a la lista de millonarios rusos vinculados a la industria energética que murieron de forma “extraña” desde el comienzo de la invasión a Ucrania.
El ex alto directivo de la petrolera rusa Lukoil, segunda en importancia en el país, habría muerto por envenenamiento, según informara el periódico ruso Moscow Times.
De acuerdo con dicha crónica, la muerte del oligarca se produjo después de una sesión con un chamán local en Mytishchi, al noreste de Moscú, al que Subbotin habría acudido para curarse una resaca.
El curandero le habría aplicado un tratamiento que incluye sapos venenosos, según el canal Mash de Telegram. Sin embargo, esta información aún no ha sido confirmada.
Durante el procedimiento tradicional, los chamanes hacen una incisión en la piel del paciente y colocan en ella veneno de sapo, un poderoso alucinógeno, rico en toxinas con propiedades psicodélicas. Esto situación suele culminar en un caudaloso vómito, a cuyo término el paciente se siente mejor.
El chamán en cuestión pertenece a una familia dedicada a ese tipo de pseudoterapias tradicionales, y a con quienes el millonario trataba desde hacía años.
De acuerdo con lo informado por la agencia TASS, Subbotin habría sufrido un infarto durante el procedimiento. A pesar de ello, el chamán y su esposa no llamaron a una ambulancia: administraron al malogrado paciente un sedante en base a la planta de valeriana, y lo llevaron a dormir a un sótano. Jamás despertó.
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