En concreto, Macri se reunió, entre otros, con el presidente de la CEA, José María Arancedo, y el vicepresidente de la entidad, arzobispo de Buenos Aires y cardenal Mario Aurelio Poli.

En una nota de prensa, la Presidencia explicó que en la reunión se repasaron las acciones que llevó adelante el Gobierno en su primer año de gestión y "coincidieron en que se han abierto las puertas al diálogo entre los distintos sectores para llevar a los argentinos en el camino de la concordancia".

Es así que el presidente les agradeció a sus invitados el acompañamiento de la Iglesia "en este año de transición para los argentinos".

"Sabemos que hay dificultades pero existen expectativas y esperanzas", señaló, según el mismo texto, Arancedo.

Además, Macri, que estuvo acompañado por miembros de su Gobierno como el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, destacó "las coincidencias" en las prioridades que se trazó el Gobierno para conseguir disminuir los niveles de pobreza, combatir el narcotráfico y unir a los argentinos.

"Dialogaron, en ese sentido, sobre las diversas medidas implementadas para lograr la inclusión social y a mitigar situaciones de vulnerabilidad social", remarca la nota.

Como regalo, los jefes de la Iglesia argentina llevaron a Antonia, la peña hija del Presidente, un pesebre con piezas móviles.

EFE