Después de que de la División sanidad animal de la Dirección General de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) informara de la detección del primer caso de virus influenza aviar (H5) de alta patogenicidad en un espécimen silvestre de cisne de cuello negro en la laguna Garzón, límite entre los departamentos de Maldonado y Rocha, la cartera declaró emergencia sanitaria en todo el país.

Asimismo, señaló que se trata de una enfermedad viral exótica que se registra por primera vez dentro del territorio nacional y que está teniendo una dispersión amplia entre las aves de distintos continentes. Se transmite por contagio directo, constatándose en Sudamérica la transmisión a través de aves migratorias que vuelan desde zonas contaminadas en el norte.

Al no tener cura, podría causar importantes daños a la producción avícola, advirtieron desde el ministerio.

Además, indicaron que el MGAP está en permanente coordinación con el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Sistema Nacional de Emergencias “articulando las acciones necesarias para el control eficiente de este foco y la contención de cualquier nuevo evento sanitario que pudiera producirse”.

Según la División sanidad animal, la situación presentada responde al modelo epidemiológico que se está dando en distintas regiones de América del Sur. En este sentido, informaron que se están realizando acciones de coordinación para la investigación epidemiológica y rastreo de aves con sintomatología compatible en los predios de la zona afectada y en las lagunas de ambos departamentos.

Precauciones

El organismo aclaró que el consumo de carne de aves o huevos “no afecta la salud humana”, pero el contacto con aves enfermas de influenza sí “puede afectar al hombre, por lo que se exhorta a la población a notificar la presencia de aves muertas o con sintomatología nerviosa, digestiva o respiratoria”, por tanto “no tocar, no trasladar y dar aviso por correo a https://www.gub.uy/ministerio-ganaderia-agricultura-pesca/influenza-aviar o a las oficinas zonales locales del MGAP”.

Asimismo, señalaron que es primordial mantener y asegurar la bioseguridad en las granjas de aves comerciales y de traspatio. “Alentamos a los productores y veterinarios de libre ejercicio a estar alertas y denunciar frente a la constatación de casos sospechosos”, agregó el MGAP, que elevó la notificación oficial de esta constatación a la Organización Mundial de Salud Animal y al Comité Veterinario Permanente del Mercosur.

“Exhortamos a todos los criadores de aves a tomar las medidas de bioseguridad indicadas al respecto por la autoridad sanitaria, a efectos de preservar los sistemas productivos evitando la introducción del patógeno”, añadieron.

Medidas

Además de la declaración de emergencia sanitaria, el MGAP restringió “todos los movimientos dentro del territorio nacional de aves de traspatio y aves que no sean controlados a través del Sistema de Monitoreo Avícola”.

Dicha restricción no se aplicará a los movimientos de aves que sean controlados a través del Sistema de Monitoreo Avícola.

En tanto, las aves de traspatio y las aves que compongan el sistema productivo Free Range deberán estar alojadas en instalaciones cerradas techadas en cumplimiento con el Manual de Contingencia de Influenza Aviar aprobado por resolución DGSG N.º 20/2022 de 17 de enero de 2022.

Por otra parte, quedan suspendidas las ferias, remates, exposiciones y eventos vinculados a la especie aviar.

Finalmente, el MGAP recomendó a productores avícolas a: “Extremar las medidas de bioseguridad en las granjas; restringir el ingreso de personas y vehículos al establecimiento, realizar una estricta limpieza y desinfección de los materiales de trabajo, de las instalaciones y los vehículos que ingresan a la granja; mantener al día los registros de visitas y productivos; colocar mallas antipájaros en buen estado en laterales y portones del galpón; colocar dispositivos de desinfección a la entrada del establecimiento y de los galpones; utilizar ropa exclusiva para trabajar con las aves; evitar el contacto de las aves comerciales con las silvestres y evitar que aves domésticas compartan fuentes de agua con las aves silvestres”.