Contenido creado por María Noel Dominguez
Economía

Alta tensión

Los nuevos aranceles de EE. UU. hunden las bolsas y elevan la tensión comercial global

Trump impone tarifas de hasta 50% a decenas de países; Brasil y Canadá entre los más afectados.

01.08.2025 13:17

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2025-08-01T13:17:00-03:00
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Las bolsas mundiales se tiñeron de rojo este viernes tras la firma del nuevo decreto arancelario por parte del presidente estadounidense Donald Trump. Aunque las tarifas no entrarán en vigor hasta el 7 de agosto —o el 6 para Brasil— la reacción inmediata de los mercados refleja el impacto económico y político de una medida que reaviva el proteccionismo y pone en tensión a decenas de socios comerciales.

El decreto contempla aumentos de entre el 15% y el 41% en aranceles para productos importados de más de 30 países. Para muchos, se suma a una tarifa base del 10% ya vigente desde abril. El argumento de la Casa Blanca: “reestructurar el comercio mundial en beneficio de los trabajadores estadounidenses”.

La decisión —anticipada pero no por ello menos disruptiva— generó caídas generalizadas en las principales plazas bursátiles. Wall Street cerró con pérdidas notables: el Dow Jones retrocedió un 1,31%, el S&P 500 cayó un 1,55% y el Nasdaq bajó un 1,92%. En Asia y Europa también se registraron descensos relevantes, impulsados por el temor a una ralentización del comercio ya un eventual repunte inflacionario.

La Reserva Federal estadounidense (Fed) decidió esta semana mantener sin cambios las tasas de interés, precisamente por la incertidumbre macroeconómica derivada de los aranceles. A esto se sumó el aumento del desempleo al 4,2% y una desaceleración en la creación de empleo, indicadores que refuerzan el temor a un enfriamiento de la economía estadounidense.

América Latina: entre excepciones, sanciones y negociaciones

Brasil es el país latinoamericano más golpeado por el nuevo paquete de aranceles. A partir del 6 de agosto, sus productos pagarán una recarga del 50%, el más alto para cualquier socio americano. Según funcionarios de la Casa Blanca, esta sanción tiene un trasfondo político: es una represalia por el juicio que enfrenta el expresidente Jair Bolsonaro, aliado ideológico de Trump.

No obstante, algunos sectores claves como la aviación civil, los metales preciosos, la celulosa y el jugo de naranja quedarán exentos, en un intento por mitigar el daño a industrias binacionales consolidadas.

En contraste, México logró una prórroga de 90 días sin modificaciones arancelarias, gracias a una gestión directa de la presidenta Claudia Sheinbaum. Los aranceles a sus exportaciones se mantienen en 25%, salvo en sectores como el acero y el aluminio, que ya estaban gravados con 50%. También se preservan condiciones especiales del T-MEC que evitan cargas adicionales a vehículos terminados.

Canadá, en cambio, enfrenta una penalización del 35%, a pesar de ser socio del T-MEC. Una decisión que los analistas califican de “incoherente y punitiva”, con posibles consecuencias en la relación bilateral.

Otros países latinoamericanos también sufren ajustes significativos: Costa Rica, Bolivia, Ecuador y Venezuela pagarán un 15% adicional, mientras que Nicaragua se enfrentará a un 18%.

El resto del mundo: alianzas, presión y geopolítica

Entre los más perjudicados destacan Siria, con un arancel del 41% en plena crisis humanitaria, y Suiza, con un 39% pese a su perfil neutral. Taiwán, en el centro de la batalla tecnológica global, será gravado con un 20% que amenaza a su industria de semiconductores.

Sudáfrica busca contrarrestar un arancel del 30% con negociaciones “intensas”, según el presidente Cyril Ramaphosa, ante el riesgo de perder más de 100.000 empleos.

China, por su parte, denunció abiertamente el nuevo proteccionismo estadounidense y advirtió que este modelo “perjudica a todas las partes”. El gigante asiático continúa negociando con Washington para extender la actual tregua comercial más allá del 12 de agosto.

Una estrategia electoral encubierta

Analistas coinciden en que el endurecimiento comercial tiene una motivación política de fondo: consolidar la base electoral de Trump de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, apelando a un discurso de defensa del empleo y la industria nacional.

Sin embargo, el costo internacional puede ser elevado. La fragmentación de las cadenas globales de valor, el aumento de tensiones diplomáticas y el debilitamiento de organismos multilaterales como la OMC son algunos de los efectos colaterales que esta estrategia podría acelerar.