Los fallos “burdos” que permitieron que más de 200.000 perfumes truchos entraran a Uruguay

La semana pasada, gracias a una operación entre fuerzas de seguridad y la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), se incautaron más de 226.000 perfumes falsos que se intentaron ingresar al país desde el free shop Curi, en Rivera. 

Según informó el Ministerio del Interior, el procedimiento se centró en una maniobra irregular vinculada a un free shop de la ciudad de Rivera investigado por la Dirección de Investigaciones Regional Norte y el Grupo de Respuesta e Inteligencia Aduanera de la Dirección Nacional de Aduanas.

Los frascos, que en total eran de 226.080, simulaban ser de marcas prestigiosas como Chanel, Paco Rabanne o Carolina Herrera.

Antes de la incautación, en el proceso de chequeo de la mercadería, existieron una serie de fallas.  La primera es que los perfumes proveían de China, pero la mercancía decía ser de origen francés, por lo que las autoridades de la DNA deberían haber activado una alarma.

El segundo punto en cuestión es que la mercadería, al ser enviada a free shop, debía pagar un canon; por el valor de los perfumes, este debería ser de miles de dólares. Sin embargo, los importadores abonaron alrededor de 500 dólares por más de 200.000 perfumes. 

Fuentes de la investigación dijeron a Montevideo Portal que “los fallos fueron tales que ese contenedor no debería haber salido del puerto” de Montevideo. Las dos alarmas anteriormente mencionadas dan indicios de que un contenedor proviene del contrabando, sobre lo que hay que prestar especial atención cuando se trata de mercadería que va a free shops.

De acuerdo con los informantes, el no haber desconfiado del origen, el precio del canon y el ensamblaje es algo “burdo”.

Aduanas, precisamente el área de Fiscalización, se rige con protocolos para evitar ciertos riesgos. Cuando se dan determinadas condiciones, los contenedores se deben revisar para evitar complicaciones futuras.