Lo que revela la forma en que dormimos

Robert Phipps, estudioso del lenguaje corporal, publicó un estudio sobre las posturas a la hora de dormir y lo que revelan sobre nuestra personalidad.

Los resultados, según afirma en una nota publicada por el diario Telegraph, revelan que a través de las posturas se puede saber cuán estresante fue el día, cuánto nos obsesionamos o qué control tenemos sobre nuestra vida, además de rasgos permanentes como la terquedad o la capacidad de mando.

Las cuatro posiciones más comunes para dormir (ilustradas en la galería de imágenes), y su significado correspondiente, son las siguientes:

1. POSICIÓN FETAL

La gente que duerme en esta postura está retornando a su zona de confort para desestresarse de las actividades del día. Mientras más alta vaya la rodilla y más abajo la cabeza, mayor el confort interno que intenta darse el durmiente. Los que duermen de esta forma son concienzudos, ordenados y les gusta las cosas en su lugar, pero suelen repensar demasiado y preocuparse excesivamente. Los que descansan de esta forma suelen sentirse más frescos al día siguiente y listos para seguir adelante.

2. POSICIÓN "TRONCO"

Esta posición se caracteriza por colocar la cabeza, cuello, brazos y cuerpo prácticamente en una línea recta. Mientras más se descansa de esta forma, más rígida es la forma de pensar y más inflexible.

3. POSICIÓN MELANCÓLICA (YEARNER)

En esta postura se duerme de costado, con los brazos hacia adelante. Es practicada por gente que quiere más de la vida y está dispuesta a ir por ello, lista para nuevos desafíos.

Los "melancólicos" (o yearners) son los peores críticos de sí mismos, siempre esperando grandes resultados de todo lo que hacen, lo que a veces implica que abandonen las cosas que no salen de acuerdo a sus expectativas desde el comienzo. Despiertan ansiosos por enfrentar los desafíos del día y en busca de nuevas oportunidades.

4. POSICIÓN "CAÍDA LIBRE"

En esta postura se duerme con el cuerpo boca abajo, pero con los brazos tomando la almohada y la cabeza hacia un costado. Quienes duermen de este modo tienen la impresión de no estar en control de lo que pasa en sus vidas. Pueden despertarse sintiendo que dejaron cosas sin hacer del día previo, lo que los hace sentirse ansiosos sobre las cosas a hacer durante la jornada. Se trata de personas que necesitan resolver las cosas de una a la vez.