“Ni la muerte pudo separarlos”: esa es la conclusión y el recuerdo que les queda a los cuatro hijos de los brasileños Velci Luiz Santin, de 82 años, y Salete Terezinha Santin, de 76.
Tras 57 años de matrimonio, ambos fallecieron durante la noche del pasado lunes y con solo minutos de diferencia.
Giovane Santin, el menor de los hijos de la pareja, contó al medio local G1 que ambos fallecieron en el dormitorio de la casa en la que vivían, en la localidad de Cassilândia, en el estado de Mato Grosso do Sul.
Según Giovane, Salete llamó a uno de sus hijos para informarle de que Velci se encontraba mal. Unos diez minutos después, al llegar a la casa, el hijo encontró a su padre muerto en la cama. Su madre yacía en el suelo junto al lecho, con signos vitales apenas perceptibles. Luego, se comprobó que había sufrido un accidente cerebrovascular (ACV).
"Ella vio morir a mi padre. Era el amor de su vida, literalmente. Mi madre superó muchos problemas, tanto de salud como emocionales. Simplemente no pudo superar la muerte de mi padre", dijo Giovane
Según sus hijos, el médico que atendió a Salete declaró que ya estaba sin vida cuando se desplomó en su habitación. "Los signos vitales fueron consecuencia del tiempo transcurrido desde que el derrame cerebral provocó los efectos y las consecuencias de la muerte cerebral, de la cual ya no era posible recuperarla", explicó el hijo de la pareja.
Aunque los certificados de defunción registran una hora de diferencia entre las muertes, la familia cree que el derrame cerebral fue instantáneo y le costó la vida a Salete minutos después del fallecimiento de su esposo. En cuanto al hombre, explican que su deceso se debió a un infarto.
Uno junto al otro
La familia destacó que las muertes de sus padres ocurrieron en consonancia con el modo en el que pasaron sus vidas: siempre juntos en todo. Sus velatorios se realizaron en el mismo lugar, juntos. Según los familiares, las floristerías de la ciudad se quedaron sin flores en la madrugada debido a la gran cantidad de ofrendas encargadas. La pareja también fue enterrada junta, tal como había vivido toda su vida.
Para los hijos, el dolor de la pérdida se mezcla con la añoranza y el reconocimiento del legado dejado por sus padres.
"Ahora es muy difícil entrar en su casa. Todo está tal y como a ella le gustaba. Pero ver el cariño de la gente nos ha reconfortado mucho. Nuestra madre era amada y respetada por todos los que la conocían”, expresó Giovane
Una larga historia de amor
Salete y Velci se conocieron en Carazinho, Rio Grande do Sul, donde se casaron en 1968. En 1984 se afincaron en Cassilândia para criar a sus hijos.
Velci trabajaba como mecánico de maquinaria agrícola y Salete en el sector educativo. Ambos se jubilaron como empleados municipales.
Con experiencia en educación y proyectos sociales, Salete fue secretaria municipal de Educación durante tres mandatos y también ocupó la presidencia del Club Rotario de la ciudad. Se destacó por su labor comunitaria y su dedicación a la educación de varias generaciones de estudiantes.
Los hijos resumen la historia de sus padres como un ejemplo de amor y compañerismo: “Vivieron toda una vida juntos. Y se fueron juntos. Ni siquiera la muerte los separó”.