Ley sobre alcohol: vendedores de bebidas alcohólicas deberán registrarse obligatoriamente

Uno de los primeros anuncios de Tabaré Vázquez cuando asumió su segundo periodo en la Presidencia fue el de regular el alcohol. Según manifestó en varias oportunidades, la situación de esa droga en Uruguay es "preocupante", y por eso, hace meses, viene trabajando, junto a legisladores de la oposición, un proyecto de ley que comience a controlar la situación.

Este lunes, finalmente, el presidente presentó a los legisladores de los partidos con representación parlamentaria el texto del proyecto de ley.

"El uso problemático de alcohol es un problema de salud pública. Afecta a quien consume y también a otros componentes de la sociedad", dijo el presidente.

En la introducción al proyecto aseguró que el consumo aumentó en los últimos años entre los jóvenes, que comienzan en edades más tempranas que antes.

"En nuestra población joven, siete de cada diez de quienes consumieron alcohol tuvieron al menos un episodio de intoxicación en los últimos diez días", dijo, e hizo referencia a los niños y adolescentes que llegan a las emergencias con coma alcohólico.

"Es la droga con menor percepción de riesgo entre los adolescentes. El 75 % de los estudiantes cree que el consumo ocasional no tiene riesgos o que son leves. Y en realidad tiene impacto cualquier consumo de alcohol si no se hace conociendo el riesgo que se asume", señaló.

El proyecto

Vázquez dijo que "se adopta el paradigma de regulación, como con otras sustancias, en contraposición al paradigma prohibicionista".

El abordaje "se basa en prevención, educación, información". Se regulará la distribución del alcohol, la comercialización, la venta, con el objetivo de tratar de retrasar el inicio del consumo de esta sustancia. Se promoverán programas de prevención en el ámbito educativo y se hará hincapié en informar a la población sobre los efectos perjudiciales.

- Se crea un registro obligatorio de vendedores de bebidas alcohólicas. "Hoy en día este registro no existe. Abarcará personas físicas o jurídicas que distribuyan o vendan bebidas, y será el MSP el que otorgue el permiso para el expendio", dijo el presidente.

- Se ratifica lo que ya existe: prohibir venta a menores de 18 años. Además, solo podrán comercializar bebidas quienes estén inscriptos en el registro.

- Se estimularán hábitos saludables y consumo responsable. En todo establecimiento estará expuesto claramente si es un local habilitado y la prohibición de venta a menores.

- No se modifica el horario de prohibición de venta, que se mantiene entre las doce de la noche y las seis de la mañana. "Discutimos ampliar esta prohibición. Se planteó empezar a las 22 y extenderlo a las ocho de la mañana. Luego de un análisis profundo y ver el ambiente a nivel de distintos sectores, y para que no hubiera obstáculo en la aprobación, se envía el proyecto con el horario de prohibición actual, sin cambios", dijo Vázquez.

- Se prohíben concursos, torneos o espectáculos que promuevan la ingesta de alcohol, con excepciones de los de cata o degustación, por ser una modalidad profesional.

- Todo espectáculo público que venda bebidas alcohólicas deberá disponer de agua potable gratuita y vender agua embotellada.

- Publicidad: se prohíbe la asociación de bebidas a ventajas para la salud que no tienen. "Es común sentir que los médicos recomiendan un copa de vino para el corazón o la presión. No hay evidencia científica de eso", señaló el mandatario.

- Los mensajes preventivos deberán verse en las botellas aclarando el riesgo que se corre en el consumo. El auspicio de espectáculos públicos deberá disponer un 15 % de su espacio a mensajes preventivos y educativos.

- Se crea una Mesa Coordinadora Fiscalizadora del mercado de venta de bebidas alcohólicas. El infractor puede recibir una observación o una multa. Se establece la posibilidad también de disponer la suspensión del permiso o clausura del establecimiento.

Vázquez dijo que en el proyecto no está incluida la prohibición de las happy hour, "lo que no implica que no se pueda agregar a nivel parlamentario". "No hay ley, por buena que sea, por mejor intención que encierre, que no pase a ser un saludo a la bandera si no logra consensos políticos sociales", explicó. A su vez, aclaró que se decidió "no ir por el camino fiscal", en el sentido de recargar las bebidas con más impuestos.