Las buenas y malas: qué dice el informe del Ineed sobre los estudiantes uruguayos

El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) presentó este jueves los datos sobre el estado de la educación en el periodo 2017-2018, en un informe en el que sobresale una mejora en el acceso a la educación en los niños, jóvenes y adolescentes, pero se mantiene la reproducción de la inequidad y la segregación sociocultural en Primaria.

En el apartado sobre los estudiantes, el informe señala que nuestro país continúa mejorando los niveles de acceso a la educación en todos los niveles educativos: en 2006, por ejemplo, más de la mitad de los niños de 3 años estaban por fuera del sistema educativo formal, pero doce años después se verifican "importantes mejoras". En esa misma edad, la participación de los niños aumentó en 28 % porcentuales.

Entre los niños de 5 años, en 2006, un 5 % estaba por fuera del sistema. Ahora, el sistema abarca al 99 % de los niños de esa edad.

Sin embargo, no son todas buenas noticias. El instituto señala que, al igual que al informe pasado elaborado hace dos años, se encuentra "problemas" en la frecuencia con la que asisten los estudiantes matriculados en los niveles de inicial y primaria pública.

El informe remarca con "preocupación" que, si bien existe una "leve mejoría" en la frecuencia con la que asisten los niños de 4 y 5 años, resulta "preocupante" que un tercio de estos niños presenten baja asistencia.

"Aún más problemática es la situación en educación primaria pública: si bien la asistencia suficiente en este nivel es mayor que en inicial, entre 2007 y 2017 la proporción de estudiantes que asiste regularmente ha disminuido", señala.

Casi un 40 % de los niños de 4 años y un tercio de los de 5 asiste de manera "irregular". Esto, señala el informe, cuestiona la "dicotomía cubiertos/no cubiertos" por el sistema, por lo que es necesario incluir una nueva categoría "intermedia" que señale y exponga sobre un "acceso precario o insuficiente".

Respecto a la culminación de la educación obligatoria, los datos muestran "avances leves", especialmente "teniendo en cuenta que se está muy lejos del objetivo de universalización que establece la ley": solo cuatro de cada diez jóvenes consiguen finalizar todo el ciclo obligatorio.

Para promover "cambios significativos" en los niveles actuales de egreso, señala el informe, parece "necesaria" una política de Estado que "esté orientada a facilitar la culminación del ciclo obligatorio y que priorice este objetivo por sobre otros sectoriales".

El instituto señala, como ejemplo de lo anterior, que hay legislaciones que pueden "opera en contra" del objetivo de universalización de la educación obligatoria y anota la ley 19.133, que habilita el trabajo a partir de los 15 años.

La inequidad:

El instituto reafirma a lo largo de las páginas del informe que trabajar en busca de reducir la inequidad entre los estudiantes es clave para lograr un sistema educativo con mejores y más equitativos desempeños.

"La inequidad implica que los logros de los estudiantes varían según su origen socioeconómico y cultural, así como según el de su grupo de pares. La población que asiste a escuelas públicas y privadas se diferencia de manera importante en lo que hace a sus características socioeconómicas y culturales", dice.

Los datos señalan que ocho de cada diez estudiantes de tercero de liceo de las zonas más pobres no saben hacer un promedio, mientras que en los barrios más ricos el 70 % sí sabe.

La inequidad tiene su comienzo en Primaria, lo que hace a lo largo de la vida es reproducirse. Por ejemplo, en una escala del uno al cinco, los escolares que asisten a colegios privados logran, en lectura, un promedio de cuatro. En las escuelas Aprender (las de contextos más pobres) el promedio es de dos.