La historia de Mariana, la reclusa que hace libros infantiles para ver luz de esperanza

Mariana Silva fue condenada a cuatro años de cárcel por tráfico de sustancias estupefacientes. Pero su historia no viene a cuento de su condena o de lo que hizo, sino por su participación en un proyecto de fabricación de libros en madera tallada. La iniciativa está bajo el paraguas de la fundación Nuestros Hijos Nos Esperan, que lleva adelante diversas actividades para la reinserción social de las personas privadas de libertad.

Silva está recluida en la Unidad Nº 5, conocida como la cárcel de mujeres, y desde allí junto con un grupo de otras presas se encargan de realizar todo el proceso de fabricación. Esto implica que reciben la madera, la moldean, la tallan y la dibujan hasta que el producto queda listo para su entrega.

Las unidades fabricadas suelen ser donadas. Sobre fines de noviembre, Silva fue a la antesala de la Cámara de Senadores para donar los libros a alumnos de educación inicial.

Foto: ANEP

“Yo entré a la cárcel hace 11 meses y ahora tengo una luz de esperanza, algo a lo que me dedico. Estoy en un trabajo social que tiene una causa social al estar bajo una ONG. Es una oportunidad que jamás pensé”, consideró Silva.

Si bien con este tipo de tareas puede descontar tiempo de su pena, Silva aseguró que no es algo que le interese específicamente. “El trabajo en sí te motiva. Es algo único en tiempos donde todo pasa por lo digital, esto es único porque ya no quedan libros de madera”, insistió.

Sin embargo, el abogado Marcos Pacheco contó que la Justicia no está haciendo efectiva la medida de descontar la pena, porque así lo estableció el juez en la sentencia. El defensor apeló esta decisión ya que considera que impacta negativamente en las posibilidades de reinserción.

“Esto genera una sobrepoblación carcelaria, un desestímulo a las privadas de la libertad. Genera un problema a futuro, sobre todo porque son pocas las que no tienen ganas de trabajar”, dijo el penalista.