Al rechazar el caso, el más alto tribunal estadounidense se refirió a una sentencia anterior que había fallado que la mayoría de las obras del autor escocés ya cayeron en Estados Unidos en el territorio del dominio público.
Un tribunal federal de apelaciones había autorizado en junio pasado al escritor y editor estadounidense Leslie Klinger a publicar, sin pagar derechos de autor a los herederos de Conan Doyle, un libro cuyos personajes se inspiran en los del autor escocés.
El tribunal estimó que estos personajes fueron creados en 1923 y por tanto ya integran el dominio público, es decir que nadie debe pagar derechos por su uso.
Pero las últimas diez novelas, publicadas entre 1923 y 1927, seguirán sometidas a las leyes de derecho de autor hasta el 31 de diciembre de 2022.
Los herederos de Sir Arthur Conan Doyle preferían pensar que, al contrario, el libro de Klinger tomaba elementos de estas diez últimas novelas y por tanto debía pagar por usarlos.
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