La diputada del Frente Amplio Susana Pereyra, esposa del fallecido ministro del Interior Eduardo Bonomi, se atendió al menos 20 veces en el Hospital Policial, a pesar de no tener ningún cargo en la Policía Nacional que la habilitara a recibir dicha asistencia.

En la comisión investigadora que estudia la actuación de Charles Carrera como director general de la Secretaría del Ministerio del Interior, el senador Jorge Gandini sostuvo que Pereyra asistió a consultas de ginecología, cardiología, medicina general, diabetología, gastroenterología, traumatología, nutrición, anestesista y neurología. Además, también estuvo internada en el CTI, retiró medicamentos y se realizó exámenes médicos desde 2010 a 2017.

En la sesión de la comisión, celebrada el pasado lunes, estuvo presente el comisario mayor Horacio Vignoli, quien declaró que advirtió a Pereyra que no estaba autorizada a recibir atención en el centro asistencial policial.

“En una oportunidad se me comentó que ella iba a consultar a ginecología, y no sé si neurología, en 2017… no me acuerdo bien la fecha. En ese momento, se le consiguió por agenda una consulta con ginecólogo o neurólogo —no recuerdo bien, pero ginecólogo seguro—, y yo le comenté a la licenciada [Inés] Bausero, que en ese momento era la directora nacional”, indicó Vignoli, de acuerdo con la versión taquigráfica.

Vignoli mencionó que mantuvo una charla con la legisladora y, luego de ese episodio, no siguió el tema, dado que no recibió más reclamos. Además, le pidió a Bausero que también hablara, según relató.

De esta manera, el jerarca policial aseguró que creyeron “conveniente hablar con la señora Susana Pereyra porque, en realidad, a ella no le correspondía atenderse en el hospital”. “Ella tenía un prestador —creo que era el Casmu—, y después de esa vez no tuve más conocimiento”, agregó Vignoli.

El comisario mayor indicó que cabe la posibilidad de que Pereyra se haya podido atender sin dejar registro de ello. Por eso hizo hincapié en que, luego de que realizó la advertencia a la diputada, no supo si efectivamente la situación irregular se siguió dando. “Era un despropósito que la señora se atendiera en el hospital”, consideró Vignoli.