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Javier García: “Uruguay es un faro en la región y en el mundo en materia de paz”

Tras visitar a contingentes uruguayos en Israel, el ministro dijo que participar en misiones de paz es cuestión de política internacional.

07.12.2022 09:13

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2022-12-07T09:13:00-03:00
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Montevideo Portal

Por Ana Jerozolimski

El ministro de Defensa Nacional, Javier García visitó días atrás el contingente uruguayo en la fuerza de la ONU en Altos del Golán —formada en el marco de la separación de fuerzas entre Israel y Siria— y luego el contingente que se encuentra en la península del Sinaí como parte de la Fuerza Multinacional de Paz que supervisa el acuerdo de paz entre Israel y Egipto. Lo acompañó el comandante en jefe del Ejército, Gerardo Fregossi.

La misión uruguaya en el Golán comenzó en 2019 y hoy cuenta con 210 efectivos. Por otra parte, la presencia en el Sinaí empezó hace ya 40 años y tiene 41 efectivos. Sus orígenes se remontan a marzo de 1979, cuando Israel y Egipto firmaron su histórico tratado de paz.

Nos contactamos con el ministro García para pedir su evaluación sobre lo que vio y la importancia del aporte uruguayo a la paz en la región.

¿Cómo resume lo visto durante su visita, tanto en el Golán como en Sinaí?

Lo que uno ve cuando está aquí, en Golán y en el Sinaí, es parte de la tradición en materia de política internacional de Uruguay, motivo del prestigio y respeto que goza Uruguay. Llevamos ya más de 55.000 soldados, mujeres y hombres, que han participado en misiones de paz a lo largo de la historia, la más lejana, la presente y la que se construye todos los días. Uruguay ha construido un modelo de paz que es visto en el mundo con mucha atención, porque somos un país que no tiene fuerza bélica poderosa pero lo que sí nos ubica en primer lugar es el poder para hacer la paz que ha construido Uruguay en materia de política internacional en misiones de paz a través de las Fuerzas Armadas. Y eso se comprueba porque cuando hay países y zonas que tienen diferendos, conflictos, y el mundo y la ONU ven que es necesario articular, encontrar caminos para establecer o consolidar la paz, ahí llaman a Uruguay. Por algo un país, repito, que es relativamente pequeño, más que pequeño poco poblado, en el mundo es referencia para buscar los acuerdos y el entendimiento entre razones y personas, y lograr que se cuide la integridad de las personas.

Se trata de dos zonas diferentes, no lejanas geográficamente, pero de situaciones muy distintas. Israel y Siria aún están formalmente en guerra, mientras que Israel y Egipto hace ya más de 40 años que viven en paz. ¿Esa diferencia se nota en las experiencias de los soldados uruguayos?

Los soldados uruguayos, independientemente de cada situación particular, comparten la misma actitud. Es claro que hay diferencias de contexto, que se perciben, como las hay con Congo también. Ahí es cuando se ve la virtud y la capacidad de adaptarse a circunstancias distintas buscando un objetivo similar. Recordemos que el paraguas es distinto: en el Golán es la ONU y en el Sinaí es la Fuerza Multinacional de Paz.

Hay sin duda diferencias en las distintas misiones en las que participa Uruguay. Por ejemplo, en el Congo, básicamente estamos hablando de protección de civiles, de ciudadanos y personas, de poblaciones. En el caso de Undof (Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación) en el Golán y Sinaí, el objetivo es ayudar a que se cumplan los tratados y los acuerdos entre los países y que se preserve la indemnidad de un área que fue acordada. Es totalmente diferente. Creo que eso habla de la profesionalidad y de la característica muy flexible y muy adaptada a la misión que cumple cada soldado uruguayo y que cumplen las Fuerzas Armadas uruguayas. Un valor central es preservar la paz, encontrar formas de entendimiento y evitar que haya circunstancias donde se violen derechos humanos o acuerdos, o que no se lleven adelante los compromisos asumidos. Pero en definitiva es un mismo valor el que está en juego: la especialidad en encontrar soluciones y acuerdos, y en buscar la articulación para que aquello que es indispensable en la vida entre naciones pueda ser un valor fundamental y preservarse, que es la paz.

También hay peligros e imagino que preocupaciones. ¿Cómo ve este aspecto en las dos misiones? Empecemos por Siria recordando que allí operan Irán, la organización terrorista pro iraní Hezbollá, Siria, y que Israel ataca blancos iraníes. No es sencillo.

Peligros e inestabilidades puede haber por definición. Son misiones también de estabilización y de consolidación. Por algo hay una misión de paz. La calma puede ser amenazada en cualquier momento. Está en la naturaleza de las cosas que pueda suceder por más que hay casos, como Sinaí, donde el contexto original es bien distinto al actual. Ha habido alguna nueva amenaza sobre todo en el norte, pero la voluntad aunada de los países es muy importante para enfrentarla.

Javier García junto con mandos militares en el Golán.

Javier García junto con mandos militares en el Golán.

¿Cuál es el aporte concreto de las tropas uruguayas en cada lado?

Concretamente en Sinaí tienen una tarea vinculada a la ingeniería y al transporte, a caminería, mantenimiento de caminería, traslado y transporte de personas, logística, etcétera. En Golán hacen patrullaje.

Pero está el marco general. Yo digo habitualmente que nuestros soldados en las misiones de paz son de los mejores embajadores en el mundo, porque justamente su papel es el de lograr con esta presencia una representación que es garantía, reitero, de respeto al Derecho y de integridad. Por eso es que la participación en misiones de paz integra el capítulo fundamental de la política exterior de Uruguay. Cada vez que recibo en el Ministerio de Defensa a un embajador de otro país lo primero que me dicen, después de los saludos formales, es el reconocimiento y el prestigio que tiene Uruguay en todos los países por la participación en misiones de paz. Así que no solo es una acción fundamental desde el punto de vista del valor que se preserva y se defiende, sino también es algo que nos ubica en el mundo en un papel fundamental. Lo hemos hecho porque hemos avanzado en lo que significa la preservación de los derechos de los niños y evitar abusos en zonas de conflicto, como también evitar que se reclute a niños como soldados. Es decir, hemos avanzado en la profundización de lo que es el papel que juegan las FFAA de los países que integran misiones de paz.

La presencia de soldados uruguayos en estos dos sitios, ¿hace imperioso un contacto del Ministerio de Defensa con las autoridades políticas de los países involucrados, o es algo que pasa únicamente por la vía militar?

No es un tema militar; es un tema de política exterior, que llevan adelante básicamente las Fuerzas Armadas, aunque también hay en algunos lugares operarios y funcionarios o profesionales de organismos del Estado, como la OSE, que ha participado, o la Policía. Entonces, hay diferentes organizaciones, pero básicamente son Fuerzas Armadas. Pese a eso, no es un tema de política militar, sino de política exterior.

Recordemos que, a fin de 2021, el presidente de la República fue para la Navidad al Congo, y ahora yo he venido al Golán y al Sinaí. Y esto es porque en definitiva es una decisión del Estado uruguayo, porque hay que tener en cuenta que si bien la iniciativa la toma el Poder Ejecutivo, quien da la autorización es el Parlamento. Nuclea a dos poderes del Estado y por lo tanto es una decisión nacional. Recordemos que allá por 2005 el Frente Amplio, cuando asumió el Gobierno, cambió la posición respecto de las misiones de paz y pasó a apoyarlas, creo que positivamente. Yo destaco que el Frente Amplio entendió lo que significaba para Uruguay y la importancia que tenían en la política internacional. Y a partir de eso es algo que une a todos los uruguayos. Creo que hay que hacerse cargo; no alcanza solo con dar la autorización para que los soldados vayan a misiones de paz, después hay que estar al lado de ellos, hay que demostrarles, estar, saber cómo se encuentran, conocer el trabajo de cerca, saber en qué se puede ayudar… Es decir, un gobernante no solo tiene, y más en el caso de quienes ejercemos la responsabilidad política de las Fuerzas Armadas, la dirección política de las Fuerzas Armadas. No es solo dar una orden —en este caso una orden institucional—, sino al mismo tiempo estar en el lugar donde se pidió que se fuera, acompañar y respaldar política e institucionalmente esa orden que se dio.

¿Ha tenido oportunidad, en ambos lados, de reunirse también con los comandantes de las fuerzas en cuyo marco operan los soldados uruguayos? ¿Cuál es su evaluación de su desempeño?

Por supuesto que nos hemos reunido. Y algo que está relacionado también a la pregunta anterior es que, a nivel político, siempre tenemos contacto, como tenemos en Uruguay, con todos los países. Porque, vuelvo a reiterar, Uruguay es un faro en la región y en el mundo en materia de paz, y por tanto creo que hay que cuidar mucho esto que estamos haciendo y reconocer mucho la tarea de nuestros profesionales, nuestros oficiales, nuestros soldados, mujeres y hombres, que son quienes llevan adelante día a día estas tareas, con enorme sacrificio. Como ministro de Defensa Nacional de Uruguay, y como integrante del gobierno que preside Lacalle Pou, estamos orgullosos del trabajo que llevan adelante nuestras fuerzas y estamos señalando claramente que lo reconocemos, que tiene respaldo institucional y político, y es una senda que vamos a profundizar.

¿Qué significa eso?

Como dijimos en el programa de gobierno, es algo que tenemos toda la intención de profundizar. Cada vez que ONU le proponga a Uruguay alguna circunstancia particular o participación evaluaremos con esa visión positiva que tiene Uruguay para mantener ese liderazgo que obviamente es algo que nos identifica y que es necesario en el mundo, sobre todo en aquellos lugares donde hay más distancia entre las personas.

¿Alguna anécdota que compartir?

Te comparto algo que me dijo Omar Carabajal, que es el decano en el Golán. Lleva tres misiones de las cuatro. Me decía que el ambiente al principio era hostil de parte de la población civil hacia el contingente pero que, a partir de la cercanía típica de nuestros soldados, de que la base respondió a los “locales” como dicen ellos brindando atención médica y medicamentos, atendiendo casos de niños y mujeres que requerían un médico, el clima cambió positivamente.  Aunque esa no sea formalmente la misión, para un soldado uruguayo está ese algo más de humanismo que los diferencia.

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