Italia: mujer acusada de fingir 17 embarazos para cobrar beneficios y gozar de licencias

Una mujer italiana afronta cargos por fingir no menos de 17 embarazos (12 abortos naturales y 5 nacimientos falsos) en los últimos 24 años, para recibir 110.000 euros (120.000 dólares) en prestaciones de maternidad.

Barbara Ioele, de 50 años, ha tenido un número inusual de embarazos en los últimos 24 años, lo que redundó en años acumulados de baja por maternidad y una pequeña fortuna en prestaciones pagadas por el Estado. Según documentos presentados por la mujer, tuvo 17 embarazos, 12 de los cuales lamentablemente no llegaron a término. Los otros cinco supuestamente dieron como resultado el nacimiento de bebés sanos, quienes fueron llamados Benedetta, Angelica, Abramo, Letizia e Ismaele. Sin embargo, no hay registro de esos bebés y nadie los vio jamás.

Barbara supuestamente dio a luz a su hijo menor en diciembre del año pasado, pero ahora las autoridades afirman que estuvo bajo vigilancia durante toda la etapa final de su embarazo y tienen pruebas de que nunca dio a luz y que, de hecho, no estuvo encinta.

También acusan a la mujer de haber falsificado los 17 embarazos declarados para recibir más de 110.000 euros en prestaciones y usufructuar licencias por maternidad.

El caso de Barbara Ioele apareció recientemente en los titulares de las noticias nacionales en Italia, y con razón. La suya es una historia tan increíble que la mayoría de los cineastas la considerarían exagerada. Los fiscales afirman que su elaborado fraude durante las últimas dos décadas involucró certificados de nacimiento robados de una clínica romana y otros documentos y firmas de médicos falsificados, almohadas para emular el vientre de una embarazada y hasta la impostación de una forma de caminar para reforzar su actuación.

Para declarar todos sus embarazos, Barbara Ioele registró los certificados médicos robados con firmas falsificadas y logró así recibir unos 110.000 euros en prestaciones de maternidad, así como años de baja por maternidad de varios empleadores. Increíblemente, nadie sospechaba nada teniendo en cuenta que, según los informes, había estado haciendo esto desde el año 2000.

La suerte se le terminó el año pasado, cuando la policía laboral comenzó a monitorear su último embarazo, siguiéndola y reuniendo pruebas de que en realidad no estaba gestando. Esto inició la investigación sobre sus embarazos anteriores.

“Sabía muy bien que mi pareja no estaba embarazada”, confesó durante el interrogatorio Davide Pizzinato, pareja de Barbara, de 55 años, afirmando que conocía su fraude desde 2012, cuando comenzó su relación. Se le acusa de cómplice, pero aparentemente está más que dispuesto a testificar contra Ioele a cambio de una sentencia más leve.

En cuanto a Ioele, a pesar de las pruebas abrumadoras en su contra (la inexistencia de sus cinco hijos, los documentos falsificados, el testimonio de su pareja, la vigilancia, etc.), lo niega todo. Para no tener que comparecer ante los investigadores para ser interrogada, la mujer de 50 años presentó dos certificados médicos (esta vez auténticos) que acreditaban su mal estado de salud. Aún así, enfrenta pena de prisión por fraude financiero y fraude de identidad, entre otros cargos.