Contenido creado por Martín Laitano
Locales

Una discusión interminable

Investigación uruguaya aborda los principales problemas de las cárceles para “rehabilitar”

Las investigadoras Florencia Roldán y Daiana Viera trabajaron en cárceles de hombres y mujeres en Artigas, Cerro Largo, Tacuarembó y Rivera.

06.10.2020 18:02

Lectura: 4'

2020-10-06T18:02:00-03:00
Compartir en

Montevideo Portal

Un trabajo realizado por las investigadoras de nómade comunidad consultora Florencia Roldán y Daiana Viera indica que el sistema penitenciario uruguayo no sirve para "rehabilitar" a las personas privadas de libertad y, por tanto, funciona casi como una "puerta giratoria".

El informe, titulado "Las encrucijadas del egreso", indica que el sistema no está pensado para realizar un seguimiento adecuado a las personas privadas de libertad en la etapa previa al egreso, específicamente cuando los delitos están vinculados con el consumo, el tráfico y la venta de drogas o los delitos sexuales.

La investigación se hizo para Horizontes de Libertades y contó con el apoyo de la Unión Europea. Se llevó a cabo en cuatro unidades penitenciarias de cuatro departamentos del interior del país: Artigas, Cerro Largo, Tacuarembó y Rivera.

El método utilizado fue la investigación cualitativa en base a entrevistas con los equipos de subsecretaría técnica de las unidades penitenciarias encargados de coordinar, implementar y articular los diversos programas y acciones.

Montevideo Portal conversó con Roldán quien dijo que la idea central del proyecto era "indagar si los centros penitenciarios son lugares que rehabilitan a las personas que allí están".

La conclusión a la que arribaron las investigadoras es que las cárceles actualmente no sirven para ese fin, aunque se plantearon algunos de los porqués.

"Una de las cuestiones que nosotras identificamos es que las cárceles son lugares androcéntricos, no son establecimientos pensados para que allí vivan mujeres. En Uruguay a partir de la década del 90 la población privada de libertad ha ido creciendo a números atletismos, lo cual no se condice con el número de criminalidad que hay en el Uruguay, entonces esto llevó a que todos los lugares penitenciarios se desbordaran y a las mujeres las mandaran a lugares residuales, por ejemplo, a fábricas viejas, lugares que tienen aún menos condiciones que en donde están los hombres", apuntó Roldán.

Dijo que se debe tener "una mirada de género a la hora de pensar las condiciones de encierro para las mujeres porque el comportamiento ilegal femenino es diferente al masculino y las mujeres delinquen menos", por lo que requiere un análisis específico.

"Otra de las cuestiones que nosotras identificamos en todos los centros es la alta tasa de hacinamiento. En la gran mayoría de todos los centros penitenciarios del país hay sobrepoblación, en estos casos (las cárceles estudiadas) la sobrepoblación es casi el doble", afirmó.

Por otro lado, se explicó que "hay mucha debilidad en torno a los lazos institucionales entre el sistema penitenciario y otros organismos del Estado como el Ministerio de Vivienda, el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Educación y Cultura".

Roldán dijo que hay una "fuerte presencia de la iglesia dentro de los centros penitenciarios", lo que "si bien es visto de manera muy positiva por los equipos que allí trabajan, deja ver la ausencia del Estado".

"No deberían ser las iglesias las que doten de recursos, no deberían ser las iglesias las que lleven artículos de higiene personal y comida, sino que debería ser el Estado el que hiciera eso. El proceso de habilitación y rehabilitación debería darse en un entorno laico, no en un entorno que esté impregnado por diferentes religiones", expresó.

"En base a esos hallazgos hicimos una serie de recomendaciones tanto para la sociedad civil como para las políticas públicas", dijo Roldán sobre el informe. Entre otras cosas, recomiendan aplicar diversas medidas alternativas a las penas de reclusión.

Las Encrucijadas Del Egreso... by Montevideo Portal

Montevideo Portal


Te puede interesar Juan Miguel Petit: “La cárcel tiene que ser como un barrio más”