Por primera vez en la historia, el mundo invertirá más en centros de datos que en la búsqueda de nuevos yacimientos petroleros, según un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). En 2025, la inversión en centros de datos alcanzará los 580 mil millones de dólares, superando por USD 40 mil millones la destinada a nuevas exploraciones de petróleo.
El dato marca un punto de inflexión estructural en la economía mundial: los datos, más que los hidrocarburos, se consolidan como el motor de crecimiento global. Esta transición, sin embargo, no está exenta de tensiones: el auge de la inteligencia artificial y la computación en la nube está provocando un fuerte aumento del consumo eléctrico, saturando redes y desafiando las capacidades actuales de infraestructura energética.
Auge eléctrico: IA y consumo energético desbocado
La IEA estima que el consumo eléctrico de los centros de datos impulsados por IA se multiplicará por cinco hacia 2030, duplicando el uso total de electricidad de todos los centros de datos actuales. Si bien los centros de datos convencionales también incrementarán su consumo, lo harán en menor medida.
Estados Unidos concentrará el 50% del crecimiento de la demanda, seguido por Europa y China. Este crecimiento se concentra en grandes zonas urbanas: más de la mitad de los nuevos centros en construcción están ubicados en ciudades con más de un millón de habitantes, y la mayoría supera los 200 megavatios.
Cuellos de botella energéticos
El rápido despliegue de estos centros está generando serios cuellos de botella en la infraestructura eléctrica. En regiones como el norte de Virginia, los tiempos de espera para conectarse a la red eléctrica pueden alcanzar una década. Dublín ha suspendido nuevas solicitudes de conexión hasta 2028.
A esto se suma un cuello de botella en la cadena de suministro de la red eléctrica: cables, transformadores, turbinas de gas y minerales críticos están en escasez, retrasando las actualizaciones necesarias. Empresas como Amperesand y Heron Power trabajan en transformadores de estado sólido que podrían agilizar la transición, pero su implementación masiva tomará años.
Energía renovable, pero no sin gas ni nuclear
Pese a estos desafíos, se espera que las energías renovables abastezcan la mayoría de la nueva demanda energética de los centros de datos para 2035, incluso bajo políticas moderadas. La solar, por sus costos decrecientes, será la principal fuente, seguida por el gas natural (220 TWh) y, si las mini plantas nucleares cumplen sus promesas, por la energía nuclear modular (190 TWh).