Contenido creado por Cecilia Presa
Política

Qué dura está la calle

Interior crea área que absorbe Observatorio de Violencia por “falta de transparencia”

Diego Sanjurjo, el nuevo gerente de Estadística y Criminología Aplicada, indicó los problemas que tenía el organismo que tiene 25 años.

01.07.2025 18:26

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2025-07-01T18:26:00-03:00
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El ministro del Interior, Carlos Negro, junto con la subsecretaria, Gabriela Valverde, y el asesor de la cartera y nuevo gerente de área, Diego Sanjurjo, anunciaron este martes 1.° de julio la creación del Área de Estadística y Criminología Aplicada (AECA) en la órbita del Ministerio del Interior.

Si bien esta nueva área no elimina por completo al Observatorio de Violencia y Criminalidad, que hasta ahora es dirigido por Sanjurjo de manera interina ante la suspensión por seis meses en 2024 de su director, Javier Donnangelo, desde el Ministerio del Interior aclararon a Montevideo Portal que el AECA “pasa a ser la unidad a cargo del análisis y difusión de estadísticas, entre otras funciones”.

En esta línea, durante la presentación, Negro destacó que “el antiguo Observatorio de Violencia y Criminalidad” fue “una creación de un gobierno del Frente Amplio”. “A partir de su creación, hace ya más de 25 años, se viene generando un conocimiento acumulado que hoy determina el momento histórico de avanzar, de dar un paso cualitativo hasta esta nueva área”.

Valverde, por su parte, subrayó que “la evidencia es el marco de trabajo para construir las políticas públicas de seguridad y convivencia”, y que esta iniciativa también apunta a jerarquizar funciones existentes y fortalecer institucionalmente las capacidades de análisis y evaluación dentro del Ministerio.

En su turno, Sanjurjo, que fue nombrado gerente de la AECA, explicó el porqué de la creación de esta nueva área en contraposición con el observatorio.

“El Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad ya tiene varias décadas de funcionamiento y, sin embargo, en los últimos años venía siendo objeto de crítica desde varios ámbitos. Para empezar, desde el ámbito académico, donde ya se había vuelto una constante la crítica al trabajo, a veces metodológico, y, sobre todo, a la poca participación del Ministerio del Interior en el conocimiento científico a nivel nacional.

Después teníamos auditorías institucionales que nos daban indicadores más objetivos y que hablaban sobre una calidad estadística que podía mejorar”, indicó.

Y sumó que “quizás el problema más grave” del observatorio era que “desde la opinión pública” y “desde el sistema político” se criticaba “una falta de transparencia y una falta de confianza en las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior”. Algo que, evaluó, “no puede suceder”.

La Policía Nacional precisa de la confianza y de la participación pública para poder trabajar. Y, si no se puede conocer en sus datos, es muy difícil que eso suceda”, indicó.

A continuación, se refirió a dos auditorías llevadas adelante recientemente sobre el trabajo estadístico del Ministerio del Interior.

La primera ocurrió en 2019 y estuvo a cargo de la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (Unodc). “quizás lo recordarán porque el sistema de gestión de seguridad pública tuvo una nota alta, se dio la mayor nota, pero, sin embargo, hay partes del sistema que tenían una nota bastante más baja”, planteó. Y esas partes eran “sobre todo el análisis y la divulgación de los datos”, dijo Sanjurjo.

A su vez, aludió a que en 2024 el gobierno anterior, que él también integró, “llevó adelante una auditoría por parte del INE [Instituto Nacional de Estadísticas] que se enfocó específicamente en el Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad y en la calidad estadística de su trabajo”. “Ahí la nota fue media, un nivel dos de calidad media”, expresó y sumó: “Se decía que se cumple con los requerimientos mínimos, pero que, sin embargo, tiene mucho margen de mejora en la metodología del trabajo y en la transparencia”.

Sanjurjo admitió que “los datos que históricamente ha dado el Ministerio del Interior son correctos”. “Pero eso es lo mínimo que le podemos pedir al observatorio y tenemos que pedirle bastante más”, contrastó. “Eso es a lo que viene esta nueva institución”, enfatizó.

Asimismo, el jerarca aludió a la mesa interpartidaria sobre seguridad realizada en 2023, en la que se llegó a una Estrategia Nacional de Seguridad con 15 medidas: “La segunda de esas 15 medidas era, justamente, la reforma del Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad”.

Todos los técnicos partidarios, académicos y organizaciones de la sociedad civil consideraron que, por más que los datos eran acertados y no dejaban lugar a dudas, había mucho margen de mejora”, amplió.

Por eso, sumó, deja de “ser una división como era el observatorio y hay un área que, jerárquicamente en la administración pública, está en un nivel superior y que tiene por sí misma divisiones”.