Planificada por el alto mando británico como la “ofensiva final” para poner fin a la Primera Guerra Mundial, la Batalla del Somme, librada en el norte de Francia, fue un sangriento fracaso.

La batalla es recordada principalmente por su primer día, 1 de julio de 1916, en el que los británicos sufrieron 57.740 bajas, de las cuales 19.240 fueron mortales. Es considerado como el “día negro” del Ejercito del Reino Unido, que nunca había sufrido antas bajas en una sola jornada ni volvió a experimentarlas, ni siquiera en los momentos más duros del siguiente conflicto: la Segunda Guerra Mundial.

Los combates en el área del río Somme se prolongaron por más de cuatro meses, y la ofensiva que debería expulsar a los alemanes de Francia y forzar su rendición, sólo consiguió avances insignificantes sobre las trincheras germanas. Un “empate técnico” que se cobró más de un millón de vidas entre ambos bandos.

Uno de los que no vivieron para contarlo fue el sargento mayor David George Parfitt, cuya identidad fue confirmada este jueves por el Departamento de Defensa Nacional de Canadá

Parfitt fue uno de los 156 miembros del 8º Batallón de Infantería Canadiense muertos en acción el 26 de septiembre de 1916, durante la Batalla de Thiepval Ridge, uno de los ataques llevados a cabo en el marco de la ya mencionada ofensiva.

La lápida de Parfitt, que se encuentra en el cementerio de Regina Trench en Grandcourt, Francia, lo identifica solo como un sargento mayor desconocido del batallón de infantería. Tenía 25 años al momento de su muerte.

Parfitt fue el único sargento mayor de una compañía canadiense que murió en esa fecha en Francia, un detalle que que “contribuyó significativamente” a la identificación de su tumba, según comunicó el Departamento de Defensa Nacional de Canadá.

Parfitt nació en Londres, Inglaterra, en 1891 y emigró a Canadá a la edad de 18 años. Fue trabajador de una fábrica en Keewatin, Ontario, antes de alistarse en el ejército en Valcartier, Tres de sus hermanos también se enrolaron y partieron hacia el frente. Ellos tuvieron mejor fortuna, ya que sobrevivieron a la guerra.

Las Fuerzas Armadas de Canadá notificaron a la familia de Parfitt sobre su identificación, y se prevé que se realicé una ceremonia en la que se pondrá por fin nombre a la lápida del militar, sepultado en Francia. Dicho acto se llevará a cabo "lo antes posible", se aseguró desde la Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth en Francia.