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Internacionales

Radiografía e historia

IRAK

Para saber todo sobre el país irakí, sus datos básicos y su historia en este pasado siglo...

Lectura: 6'

2003-03-19T00:00:00-03:00
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RADIOGRAFÍA IRAKÍ

Capital: Bagdad (3.840.000 habit)
Superficie: 437.072 Km2
Población (2002): 24.245.000 habit.
Densidad de la Población: 53.3 hab/km
Moneda Oficial: Dinar Irakí
Lengua Oficial: Árabe
Presidente Actual: Saddam Husseim
Religión: Musulmana 97% (Shia 65%, Sumi 37%), Cristianos y otros 3%.
Grupos étnicos: Árabes 75-80%, Kurdos 15-20%, otros 5%.
Expectativa de vida: Hombres 66.3 años, Mujeres 68.5 años.

HISTORIA DE IRAK

El reino hachemita (1932-1958)
Irak surge como país independiente en 1932, cuando por iniciativa de Gran Bretaña se forma el Reino de Irak en base a las provincias de Basora, Bagdad y Mosul, que formaban parte del Imperio Otomano desde el siglo XVII. Los británicos, que habían ocupado estas provincias en la I Guerra Mundial, colocan en el trono al rey Faisal II, perteneciente a la dinastía hachemita, en agradecimiento por su colaboración en la lucha contra los otomanos. Faisal y su primer ministro, Nuri Said, siguen una política pro-occidental, incluso después de la derrota árabe en la primera guerra contra Israel (1948).

La explotación de los recursos petrolíferos por multinacionales extranjeras y la supeditación a los intereses de la Alianza Atlántica con el llamado Pacto de Bagdad (1955) provocan un descontento general entre la población. Esta política pro-occidental lleva a Faisal y a Nuri Said a oponerse al proyecto de Gamal Abdel Nasser (naserismo) de crear una República Arabe Unida con Siria y Egipto.

El golpe de Kasem (1958-1963)
El general Abdul Karim Kasem dirige un vasto movimiento popular que derroca la Monarquía y proclama la República el 14 de julio de 1958.

La clase dirigente se divide en dos grandes tendencias: por un lado, quienes, con Kasem, buscaban fortalecer la autonomía del país apoyándose en las fuerzas menos panarabistas, como los comunistas, los kurdos y las élites conservadoras; por otro, los seguidores del general Abdel Salam Aref, apoyado por los panarabistas del Baas y los naseristas.

La derechización progresiva del general Kasem le lleva a romper con los comunistas, con los kurdos y, finalmente, a enfrentarse abiertamente con Aref en medio de un clima político dictatorial.

La llegada del Baas (1963-1968)
Abdel Salam Aref, apoyado por el poderoso baasismo iraquí, consigue derribar del poder al general Kasem el 8 de febrero de 1963. Kasem, que presenta una fuerte resistencia en el Ministerio de Defensa, es detenido, interrogado y asesinado.

Con el general Aref comienza la influencia en Irak del Partido Arabe Socialista del Renacimiento (Baas), fundado en 1947 con el objetivo de unir a todos los árabes en una sola nación y bajo un gobierno laico y socialista.

El Baas, que tiene ramas en varios países, ya había llegado al poder en Siria y tenía una fuerza significativa en el Líbano; en Irak comienzan a controlar las estructuras del poder -Ejército, servicios de seguridad-, aunque se ven obligados a compartir el gobierno con el presidente Aref, pero sólo hasta el 17 de julio de 1968. Ese día, el general Ahmed Hasan al Baker decide terminar con los 'bandazos' políticos de Aref y coloca al Baas al frente del país.

El poder de los Tikrit (1968-1974)
Con el presidente Ahmed Hasán al Baker llegan al poder muchos dirigentes del Baas vinculados al llamado clan de los Tikrit, es decir, un conglomerado de mandos militares y políticos relacionados entre sí por vínculos familiares.

Entre ellos comienza a destacar la figura de Sadam Husein, que es primo de Baker y pertenece a las misma tribu de los Adu Nasir.

El Consejo Nacional del Mando Revolucionario, la máxima instancia política del país, es 'copado' por los 'tikriti'; lo mismo ocurre con los principales cargos de responsabilidad, tanto del Ejército, como de los cada vez más poderosos servicios de seguridad o de la industria petrolífera, que es nacionalizada.

El Baas totalitario (1974-1979)
El partido Baas, que hasta entonces guardaba las formas democráticas e incluso había creado un Frente Nacional Progresista con partidos kurdos, comunistas y personalidades nacionalistas, se transforma, en la práctica en un partido único.

El Baas domina toda la sociedad, incluidas las organizaciones sindicales, cívicas o rurales. Para conseguir un cargo o entrar en la Universidad es necesario una recomendación del comité de barrio del Baas.

Se produce el enfrentamiento con el Partido Comunista y con los kurdos, que se sublevan de nuevo liderados por Mustafa Barzani y 'ponen contra las cuerdas' a un ejército mal armado y poco profesionalizado.

Sadam Husein, el nuevo Nasser (1979-1990)
Sadam Husein termina desplazando al propio presidente en un golpe de Estado 'palaciego' el 16 de julio de 1979 e inicia una sangrienta purga dentro del partido. El Baas de Tikrit toma las riendas del país y coloca bajo su control a las Fuerzas Armadas y los Servicios de Seguridad.

Sadam quiere convertir a Irak en una potencia internacional y modelo político para todos los árabes, tomando el relevo en el liderazgo árabe al egipcio Nasser. Para ello organiza un poderoso y profesionalizado Ejército con el que se enfrenta al Irán de Jomeini.

En este periodo Irak es apoyado por Europa y EEUU; Washington borra al régimen iraquí de la lista de gobiernos terroristas y defiende a Sadam Husein incluso cuando su aviación bombardea con armas químicas a los kurdos.

El aislamiento del régimen (1990)
La invasión de Kuwait, el 2 de agosto de 1990, rompe la 'luna de miel' con EEUU y la posterior Guerra del Golfo, con las sublevaciones populares de los kurdos -norte- y los chiíes -sur-, revela que la fidelidad al régimen de los "tikriti" se concentra en la población suní del centro, en torno a la capital.

La derrota y el aislamiento internacional provoca también importantes deserciones, entre ellas las de los mandos militares pertenecientes a las tribus jiburi y delemi. Cientos de oficiales son detenidos como responsables de la insurrección de varias guarniciones.

Las depuraciones internas (1993)
El aislamiento internacional provoca deserciones incluso entre los 'tikriti', como ocurre con Al Hasan al Mayid, Barzan al Tikrit, Maher Abdul Rashid, Husein Kamel y Sadam Kamel. El poder es detentado por miembros del entorno familiar de Sadam, especialmente sus hijos Udai -unidades militares de élite y medios de comunicación- y Kusai -servicios de seguridad-.

El Ejército, el partido Baas y sus organizaciones de masas -como los sindicatos-, base social del régimen baasista, quedan supeditados a los servicios de seguridad y pierden su autonomía para convertirse en simples apéndices del poder personal de Sadam Husein.

El giro islamista (1995-2002)
Desde mediados de los años 90, el régimen iraquí sufre un giro islamista que ya se había evidenciado tras la Guerra del Golfo, cuando Sadam ordenó colocar en la enseña nacional la expresión coránica "Alá Akbar".

Para recomponer su perdida base social, el Gobierno impulsa la construcción de mezquitas y escuelas coránicas, se islamiza el código penal, se pide a la mujer que "retorne" al hogar y hasta los cuadros del Baas se ven obligados a impartir cursos religiosos. El Baas iraquí pierde definitivamente sus valores laicos fundacionales.