Contenido creado por Martín Otheguy
Locales

No hablarás mal de los muertos

Hubo "una vuelta de tuerca importante" en el caso de la mansión del sexo, según abogado

Víctor Della Valle dijo que se cayó el móvil económico del crimen y que el profesor asesinado "si no era un proxeneta, era un rufián".

22.07.2020 09:14

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2020-07-22T09:14:00-03:00
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Cinco personas esperan el pronunciamiento de la Justicia sobre el crimen del profesor Edwar Vaz, incluyendo a su exesposa. El caso tuvo amplia repercusión mediática luego de que se divulgara información sobre las "fiestas sexuales" que se hacían presuntamente en la mansión Gipsy Queen y su vinculación con altos dirigentes argentinos.

Según la acusación, la exesposa de Vaz ordenó el asesinato por un móvil económico. El profesor se había divorciado de la mujer y estaba a punto de iniciar acciones legales contra ella por bienes cotizados en un millón y medio de dólares.

El Dr. Víctor Della Valle, defensor de la mujer en el juicio, dijo a FM Gente que "el caso ha tenido una vuelta de tuerca muy importante".

Dicho cambio, según el letrado, obedece a que dos escribanos públicos de Maldonado, que actuaron en las compra-ventas que hubo y en el reparto de bienes, "declararon con documentos y protocolos a la vista, que toda la distribución y separación de bienes fue hecha de común acuerdo, ante escribanos públicos". Lo mismo con los detalles del divorcio. "Y creo que eso ha destrozado el móvil económico del que hablaba la Fiscalía", afirmó el abogado.

Della Valle agregó que "es público y notorio" que buena parte del dinero se hizo, en principio, por la prostitución. "Pero la prostitución era fomentada y dirigida por el fallecido. Y no quiero hablar mal del muerto, pero es la realidad", dijo.

Comentó que Leticia, quien vivía con la exesposa de Vaz, tenía como novio a Jorge Rodríguez, exjefe de Gabinete de Carlos Menem, que fue quien pagó los solares y la construcción de la mansión, gastando cerca de 300 mil dólares. "Cuando se vendió, la casa era de Leticia. La plata era de ella", afirmó Della Valle.

La complicación se generó cuando la mujer puso dos inmuebles y dos automóviles a nombre del matrimonio. "Por eso se le dio una parte en dinero, un apartamento y un automóvil al fallecido, que firmó de conformidad, quedando absolutamente conforme con el abogado, que hizo el divorcio de común acuerdo", dijo el abogado, que aclaró que "no había ninguna reclamación" y por lo tanto su defendida no tendría motivaciones para asesinar a Vaz.

"Lo que pasa es que fue un hombre acostumbrado a vivir sin trabajar... Además, se descubrió que como profesor faltaba mucho, que tuvo varios sumarios en Secundaria, que tenía un médico amigo que le certificaba las faltas (...) era un profesor que ganaba 20 o 25 mil pesos por mes. Si no era un proxeneta, era un rufián, que vivía a costilla de las mujeres", concluyó en su nota con FM Gente.