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Hobsbawm y su relación con Uruguay

Tras el fallecimiento del historiador británico Eric Hobsbawm, su colega uruguayo Carlos Demasi habló con Montevideo Portal sobre el impacto que causaron sus libros en el Uruguay de los ’60 y el papel del marxismo en su obra. Además, recordó su visita a Uruguay en 1999, en la que protagonizó un fuerte debate con historiadores locales.

01.10.2012 14:54

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2012-10-01T14:54:00-03:00
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Montevideo Portal

Tras el fallecimiento del historiador británico Eric Hobsbawm, su colega uruguayo Carlos Demasi recordó la revolucionaria aparición de sus textos en Uruguay y lo calificó como impulsor del "modelo de Historia que todos quisieran hacer".

En conversación con Montevideo Portal, Demasi recordó que los primeros textos de Hobsbawm llegaron a Uruguay en la década del '60, aportando "una visión marxista de la Historia, pero con un perfil más flexible que otros autores, con percepciones mucho más cuadradas".

En esa época, el joven Hobsbawm se había centrado en el estudio de la Revolución Industrial y sus impactos en la cuestión social, tema que interesaba para los historiadores uruguayos del momento. "En esa época Hobsbawm aparecía como un outsider, pero ya comenzaban a prestarle atención por su capacidad para esclarecer las discusiones, al ser más flexible", comentó, en referencia a las primeras participaciones del británico en un debate con colegas europeos más experimentados, sobre el surgimiento del Capitalismo.

Demasi destacó además que Hobsbawm logró mantener su postura marxista durante toda su carrera, a diferencia de otros autores que fueron dejando de lado esa ideología. "Extendió su estudio hasta el final del Siglo XX, llegando incluso a analizar la caída de la Unión Soviética, algo que no era nada fácil para un autor marxista".

De hecho, para Demasi la identificación de Hobsbawm con el Marxismo, siendo incluso miembro del Partido Comunista Británico, "le jugó en contra" durante su carrera. "Le costó mucho publicar en algunos lugares como en Francia, donde solo una editorial pequeña aceptó publicarlo", contó, agregando que "en ese momento en Francia no estaba de moda el Marxismo".

Hobsbawm en Uruguay

Demasi fue uno de los historiadores uruguayos que en 1999 tuvo la oportunidad de debatir con Hobsbawm durante la visita de éste a Montevideo, en ocasión de los 150 años de la Universidad de la República.

"Se hizo una charla con historiadores uruguayos, en la que Hobsbawn se mostró interesado en nuestra visión", rememoró Demasi, mencionando que, si bien el historiador extranjero desconocía muchos rasgos de la Historia uruguaya, "algo sabía porque mencionaba a Uruguay en sus obras para dar algunos ejemplos".

Según Demasi, en aquella instancia Hobsbawm volvió a destacarse por su "capacidad didáctica" que le permitía hacerse entender, valorando el intercambio de visiones entre "historiadores de un país central en la Historia y uno marginal como Uruguay".

En un momento, la charla con los uruguayos "se picó", alcanzando el tono de "discusión", tal como recuerda Demasi. "En ese momento Carlos Zubillaga, que estaba acompañando a Hobsbawm durante su estadía, dijo que lo más conveniente sería suspender el debate, pero por sobre su voz Hobsbawm sentenció que ‘me parece muy bien este debate porque resulta enriquecedor'", señaló Demasi.

Esa era una de las características más elogiables de Hobsbawm según Demasi: la capacidad de valorar el intercambio de posiciones y su "flexibilidad" para considerar otras ideas.

La vida de Hobsbawm

"Murió a consecuencia de una neumonía a primera hora de esta mañana en Londres. Tenía 95 años", declaró su hija Julia.

"Se le echará de menos, no sólo su esposa desde hace 50 años, Marlene, sus tres hijos, siete nietos y un bisnieto, sino también sus miles de lectores y estudiantes en todo el mundo", agregó.

Hobsbawm, quien influyó a generaciones enteras de historiadores y políticos, es reconocido principalmente por su exitosa "Historia del siglo XIX" en tres volúmenes, a la que se sumó en 1994 otra Historia del según él "corto" siglo XX titulada "La era de los extremos".

Esta obra, traducida a unos 40 idiomas, terminó de forjar la reputación internacional de este historiador reconocido por su don para explicar con claridad temas complejos y por su espíritu de síntesis.

Además, Hobsbawm era conocido por haberse mantenido fiel a los postulados marxistas incluso después de la desaparición de la Unión Soviética.

Nacido el 9 de junio de 1917 en Alejandría (Egipto) en una familia judía compuesta por un padre inglés y una madre austriaca, Hobsbawm creció en Viena y en Berlín, donde adolescente descubrió a Marx antes de marcharse a Londres en 1933 coincidiendo con la llegada de Hitler al poder.

Tras doctorarse en la Universidad de Cambridge, se aseguró una plaza de profesor en el Birckbeck College de Londres, con el que siguió ligado para siempre hasta que se convirtió en su presidente en 2002, a pesar de múltiples etapas como profesor visitante en Estados Unidos, y particularmente en la californiana Universidad de Stanford californiana.

"Cada historiador tiene su vida, una posición desde la que contemplar el mundo", dijo en una conferencia en 1993, según recuerda el diario británico The Guardian. "Mi propia atalaya está construida, entre otros materiales, de una infancia en Viena en los años 1920, los años del ascenso de Hitler en Berlín, que determinaron mi posición política y mi interés por la historia, y la Inglaterra y especialmente el Cambridge de los 1930, que confirmó ambos".

Fue miembro del Partido Comunista Británico de 1936 hasta casi 1991.

En 1959, publicó su primera obra, "Rebeldes primitivos", que abrió nuevas vías de estudio de las luchas campesinas en el mundo.

Doce años después, sacó el primer volumen de su elogiada trilogía, "La era de la revolución" (1789-1848), que fue seguida de "La era del capital" (1848-1875) y "La era del Imperio" (1875-1914).
Hobsbawm se retiró oficialmente en los años 1990, pero continuó siendo muy activo a pesar de la leucemia que le diagnosticaron hace varios años.

Aunque fue consejero del exprimer ministro laborista británico Tony Blair, también le criticó duramente por sus decisiones que le llevaron a participar junto a Estados Unidos en la guerra de Irak. También abogó con otros intelectuales por un cambio de enfoque de la política antidrogas estadounidense.

Su último libro, "Cómo cambiar el mundo", se publicó en 2011 y en él planteaba que con los problemas de la economía en este comienzo de siglo XXI, había "llegado de nuevo el tiempo de tomar a Marx en serio".

En junio pasado, celebró su 95 cumpleaños con una cena a la que varias personalidades enviaron sus mensajes de tributo, entre ellos el expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva, a quien Hobsbawm describió como "el hombre que ayudó a cambiar el equilibrio del mundo".

Su último libro, que según el Guardian está actualmente en fase de corrección, se publicará póstumamente en 2013.

(AFP)

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