Gustavo Cordera consiguió la suspensión del juicio por sus dichos sobre las violaciones

Gustavo Cordera consiguió el beneficio de la suspensión del juicio que se llevaba en su contra por "incitación a la violencia colectiva", a raíz de una charla con estudiantes de la academia de periodismo Tea Arte, realizada en agosto de 2016, en la cual el músico sostuvo que hay mujeres que "necesitan ser violadas" porque "tienen culpa y no quieren tener sexo libremente".

A mediados de marzo, Cordera propuso hacer dos recitales a beneficio del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo de Argentina (Inadi) y la asociación civil "Red Viva" para evitar el juicio oral. Finalmente, el juez del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 7, Germán Castelli, aceptó la propuesta de "probation" de la defensa con algunas condiciones: que se abstenga de hacer declaraciones públicas que promuevan violencia hacia mujeres, que haga talleres de género y pida disculpas públicas.

No obstante, el Inadi y la asociación civil "Red Viva", de asistencia a las víctimas de violencia y abuso sexual, se opusieron a la suspensión del juicio por entender que no se reparará el daño que hizo el artista con sus declaraciones. Además, entienden que su arrepentimiento no está probado.

En su defensa, el músico había indicado que los dichos que se le imputan "fueron vertidos en una charla privada" y que desde entonces leyó "mucho" sobre género y aprendió de sus dos hijas, Ailín y Yanela, las cuales lo enseñaron a "deconstruirse como hombre".

Cordera deberá cumplir con los requisitos del juez en el plazo de un año y seis meses; de no hacerlo, deberá enfrentar el juicio.