La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, Kristi Noem, se encuentra en el centro de una controversia tras la adquisición de dos jets privados Gulfstream G700 por un valor de 172 millones de dólares, financiados con fondos públicos, según informó The New York Times.
La compra fue realizada por la Guardia Costera, una agencia bajo el mando del DHS, y ha generado fuertes críticas por parte de legisladores demócratas.
Los aviones, considerados de los más lujosos del mercado, fueron justificados por el DHS como una “cuestión de seguridad”, argumentando que el jet actual utilizado por Noem tenía más de 20 años.
Sin embargo, la compra se concretó en medio de un cierre del gobierno federal, lo que ha intensificado el debate.
Noem defendió la compra en una conferencia de prensa, afirmando que los fondos ya habían sido asignados por el Congreso y que los aviones son necesarios para reemplazar una flota envejecida.
“Estas aeronaves son de la Guardia Costera para reemplazar aviones de 25 años de antigüedad, necesarios para la misión de la Guardia Costera. El Congreso asignó los fondos y los pagó en la 'gran y hermosa ley', y estamos agradecidos de poder seguir adelante”, dijo, aunque se señala que uno será usado para viajes de la jerarca.
¿Cómo son los aviones por dentro?
Foto: Gulfstream
El Gulfstream G700 es un jet de lujo de largo alcance desarrollado por Gulfstream Aerospace Corporation, que combina una cabina muy espaciosa con altos niveles de velocidad, alcance y tecnología. Se trata de uno de los jets de negocios más avanzados de su clase al momento de su certificación.
El sitio Gulstream muestra las distintas comodidades que ofrecen estos modelos.
La cabina, de 17,3 metros de largo y 2,49 de ancho, es la más amplia del segmento y puede configurarse para hasta 19 pasajeros distribuidos en cinco áreas o habitaciones.
Foto: Gulfstream
El modelo puede volar hasta 7.750 millas náuticas (unos 14.350 kilómetros) a velocidad de crucero Mach 0,85, lo que le permite unir sin escalas destinos como Nueva York y Hong Kong o Montevideo y Dubái. A velocidad de crucero alta (Mach 0,90), su alcance se mantiene en torno a las 6.650 millas. La velocidad máxima operativa es de Mach 0,935, una de las más elevadas en su categoría.
Impulsado por dos motores Rolls-Royce Pearl 700, el avión puede despegar con un peso máximo de 48,8 toneladas y operar a una altitud de crucero de hasta 51.000 pies (15.500 metros).
Foto: Gulfstream
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