Gregorio Álvarez cuenta con comodidades básicas en el contenedor en que está albergado en Domingo Arena, y allí puede recibir la visita de familiares y amigos y conservar su privacidad, según informó el diario La República.

Sin embargo, el exdictador pasa su tiempo con algunos militares con quienes no tiene los problemas que llevaron a apartarlo.

Álvarez fue alojado en el contenedor luego que otros oficiales lo acusaran de destrato y de intentar imponer su jerarquía militar frente a otros oficiales.

No obstante, el ex dictador pasa buena parte de su tiempo con otros militares presos con quienes tiene buena relación.

La decisión de separar a Álvarez fue tomada por el Instituto Nacional de Rehabilitación en función de algunos "problemas de convivencia" que se desataron con otros reclusos a raíz del cuadro de "demencia senil" que lo afecta.

Así lo anunció meses atrás el director del INR, Luis Mendoza, ante la Comisión de Seguimiento Carcelario a la que concurrió junto con el ministro del Interior Eduardo Bonomi.

En declaraciones a radio Montecarlo, Álvarez dijo desconocer las denuncas. "No sé nada. No sé qué es un contenedor", respondió, además de negar que tenga demencia senil. En charla con la misma emisora, el coronel retirado Jorge "Pajarito" Silveira explicó las versiones en torno a los problemas de convivencia.

"El cambio de celda no tiene nada que ver con ese supuesto destrato a sus subalternos", dijo. "La convivencia es normal para nuestra edad. Hay detenidos de 85 años, yo tengo 67, cada cual tiene sus situaciones personales, su vida. De hecho hay una persona con problemas psiquiátricos y no diré el nombre, pero todo estamos afectados. El asunto es estar detenidos con dignidad, más allá de cualquier cambio de palabras", agregó.

Según Silveira, en la cárcel se respetan las jerarquías militares. "Yo saludo a Álvarez como 'mi teniente general' porque si no, no seríamos presos políticos", señaló a Montecarlo.

Confirmó que trajeron unos contenedores para Álvarez, pero aseguró que son "para brindarle más comodidad al teniente general por su propia jerarquía, es una obligación moral", y no por problemas de convivencia.

"Para nosotros es el teniente general, no ex presidente, y como tal cada uno de nosotros lo respeta. Puede haber algún caso personal, que no conozco a fondo, pero cada uno respeta al superior. Él fue nuestro superior, y por retirado que esté, nos gusta que se respete como tal", agregó.