Contenido creado por Pablo Méndez
Internacionales

Una buena defensa

Gobierno turco habló sobre corrupción

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, respondió el sábado a las graves acusaciones de corrupción que pesan sobre su gobierno y denunció una vez más lo que él considera es un complot de sus rivales y de la justicia en su contra.

28.12.2013 16:24

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2013-12-28T16:24:00-03:00
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Al día siguiente de una serie de manifestaciones organizadas en una docena de ciudades, principalmente en Estambul y Ankara, para exigir su renuncia, Erdogan se mantuvo inflexible y movilizó el sábado a sus partidarios contra los "grupos criminales" que, según él, quieren acabar con Turquía.

En la línea de mira del jefe del gobierno islamo-conservador están los magistrados, al origen de la investigación que llevó a la detención de más de veinte figuras cercanas al poder y a la renuncia de tres ministros.

"Lastimosamente, algunos magistrados actúan junto a grupos criminales y colaboran con ciertos medios para acusar a personas inocentes", lamentó Erdogan.

Bajo los aplausos de sus partidarios y cuando faltan tres meses para las elecciones municipales, Erdogan criticó también a los "movimientos, medios y círculos de negocios o políticos (que) orquestaron, desde Turquía, este odioso complot".

Una alusión directa al predicador musulmán Fethullah Gülen, líder de la cofradía Hizmet, de quien Erdogan sospecha está detrás de la investigación anticorrupción que ha originado la crisis política.

Aliada del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan desde que éste llegó al poder en 2002, esta organización declaró hace poco la guerra al gobierno, opuesta a un proyecto de supresión de algunas escuelas privadas que contribuyen a la prosperidad financiera de la cofradía.

"Son organizaciones terroristas. Son piratas. Son una pesadilla para nuestro país", afirmó el sábado Erdogan en un discurso en la región de Manisa.

El jefe del principal partido de oposición criticó duramente la estrategia de denuncia de Erdogan, la misma que adoptó hace seis meses para contrarrestar las protestan que hicieron tambalear su gobierno.

"El primer ministro protege a aquellos que están implicados en [casos de] corrupción. Esto significa que no es el primer ministro de este país, sino de los corruptos", sostuvo el presidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kiliçdaroglu.

Tres diputados del partido gubernamental, amenazados de expulsión por haberse pronunciado en favor de la independencia de la justicia, anunciaron su dimisión el viernes.

El nuevo ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, pidió a Ankara que arroje luz sobre las sospechas de corrupción que pesan sobre el gobierno y consideró que esta situación es una "prueba" para la democracia turca.

La capacidad de Ankara para esclarecer los hechos "tendrá el valor de prueba para cualquier política que se reivindique como propia de un Estado de derecho", declaró al diario Bild am Sonntag el ministro que acaba de asumir sus funciones.

Nombrado el miércoles tras la remodelación ministerial de urgencia ordenada por Erdogan, el ministro turco de Asuntos Europeos, Mevlut Cavusoglu, intentó el sábado tranquilizar a sus socios europeos.

"Turquía se ha comprometido a respetar sus obligaciones ante la Unión Europea y el Estado de derecho", indicó en un comunicado, en el cual invitó a la UE a "privarse de comentar la actualidad de los asuntos interiores turcos que tienen dimensiones políticas".

Las fuerzas de seguridad intervinieron en la tarde del viernes en la plaza Taksim de Estambul para dispersar a miles de manifestantes que denunciaban la corrupción del gobierno conservador islamista y exigían la dimisión de su jefe.

Los eslóganes de los manifestantes, los violentos incidentes con las fuerzas del orden, los gases lacrimógenos y las barricadas recuerdan a la revuelta antigubernamental del pasado junio en torno a la plaza Taksim de Estambul.

Según abogados locales, la policía detuvo a 70 personas el viernes por la noche en la ciudad más grande de Turquía.

En Estambul y en Ankara, las manifestaciones reunieron a los mismos grupos de jóvenes, muy politizados, que en junio desafiaron al gobierno durante tres semanas.

Los mercados financieros, pese a la remodelación ministerial del pasado miércoles, muestran inquietud por la incertidumbre creada por la crisis política que se desencadenó por un escándalo político-financiero.

La moneda turca cayó el viernes a un mínimo histórico y quedó en 2,1467 liras turcas por un dólar.