Contenido creado por Martín Otheguy
Policiales

Una fiesta que sale cara

Fue formalizado el joven que organizó fiesta clandestina en Bello Horizonte

Se trata de un joven de 21 años que organizó otras dos fiestas y que ya había sido advertido por las autoridades. Fue enviado a prisión pero tendrá libertad a prueba.

17.11.2020 08:45

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2020-11-17T08:45:00-03:00
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La Policía de Canelones actuó este fin de semana en una casa en Bello Horizonte, donde se realizó una fiesta privada.

La casa había sido alquilada a un grupo de jóvenes por el fin de semana en el balneario. Se suponía que no serían más de siete, pero 200 personas respondieron a la convocatoria de una fiesta hecha en redes sociales.

La dueña, al notar un movimiento inusual en la casa, llamó a la Policía. Cuando llegaron al lugar, los agentes comprobaron que los muebles habían sido colocados fuera de la casa y unas 200 personas bailaban adentro.

Los organizadores, que cobraban 100 pesos para mujeres y 200 pesos para hombres, fueron detenidos y declararon este lunes ante la Fiscalía.

Ayer, el principal responsable de la fiesta fue formalizado por la Justicia. Según informó Telenoche y confirmó Montevideo Portal, fue enviado a 12 meses de prisión (sustituida por libertad a prueba) por dos delitos de desacato, tras organizar en total tres fiestas clandestinas en Canelones.

La fiscal Mirna Busich explicó a Telenoche que se le advirtió en varias oportunidades al joven de las infracciones cometidas, pero este continuó sin hacer caso a las autoridades.

"Organizó una fiesta en Salinas, posteriormente otra en el Fortín y ahora, al tener conocimiento de esta fiesta en Bello Horizonte, surgió que era la misma persona", dijo la fiscal.

Según supo Montevideo Portal, finalizada la audiencia en el Juzgado Letrado de Atlántida, el juez Marcos Seijas lo formalizó y condenó como "autor penalmente responsable de dos delitos de desacato en régimen de reiteración real".

Está será sustituida por un régimen de libertad a prueba con las siguientes condiciones: residencia en un lugar determinado dónde pueda ser supervisado por la Oficina de Supervisión de Libertad Vigilada (OSLA), sujetarse a la orientación y vigilancia de OSLA, concurrir una vez a la semana a la seccional policial de su domicilio y prestar servicio comunitario por el lapso de un mes, efectuando dos horas semanales.

 



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