Frontán dijo que colorados “fueron más receptivos con la homosexualidad que la izquierda”

El pastor evangélico y activista por los derechos LGBT Fernando Frontán repasó este viernes la relación de los partidos políticos uruguayos con la diversidad sexual, recordó episodios de persecución policial durante la dictadura y los primeros años de democracia, así como la resistencia que enfrentaron en distintas tiendas partidarias.  

Entrevistado por Petinatti en su programa Malos Pensamientos,  Frontán afirmó que, en el retorno democrático, “el Partido Colorado fue más receptivo con la homosexualidad que la izquierda”, y destacó el papel de Washington Abdala en los foros de diversidad y en la modificación del artículo 149 del Código Penal para incluir la orientación sexual como causal de odio.

En contraste, acusó al Partido Comunista de haber perseguido durante años a los homosexuales, incluso expulsando a militantes de la Unión de la Juventud Comunista (UJC), y señaló que nunca hubo una retractación por esas prácticas. “No creo en esas conversiones electorales”, afirmó.

Sobre el Partido Nacional, recordó que el exsenador Gustavo Penadés, pese a no haber hecho pública su orientación sexual, fue un aliado clave durante la discusión parlamentaria en 2003 y 2004. “Con Penadés nos pasó que lo sabíamos, él sabía que lo sabíamos, y nos apoyó en la modificación del artículo 149”, relató.

Frontán dijo lamentar que Penadés nunca saliera del clóset dentro de su partido, lo que a su juicio habría alentado a otros, aunque reconoció su respaldo en la votación de la ley de matrimonio igualitario en 2013.

En esa votación, contrastó con la actitud del expresidente y entonces senador Luis Lacalle Pou, que se retiró de sala para no pronunciarse. “Se empecinó desde siempre a que esto no existiera (…) después dijo que se arrepintió de haberlo votado. No le creo porque los intereses de Lacalle Pou siempre fueron a favor de una élite que representa y él vendió su alma al diablo, punto”, sentenció.

Frente al proceso judicial que enfrenta Penadés, Frontán aclaró que no justifica delitos vinculados a menores, pero pidió no sumarse “al caballo de los que le gusta la boca floja de acusar cuando alguien está caído”. En ese sentido, aseguró que “las prácticas son condenables, pero la persona sigue siendo persona”, y sostuvo que la justicia debe encargarse de dictar sentencia y la sociedad de rehabilitar.