El 26 de noviembre de 2006, Nora Dalmasso fue encontrada violada y estrangulada en su casa del exclusivo barrio Villa Golf de Río Cuarto, Córdoba. A casi dos décadas del crimen, el caso —uno de los más emblemáticos y mediáticos de Argentina— parece encaminarse.

Este martes, el fiscal Pablo Jávega cerró la investigación y solicitó que Roberto Bárzola, el parquetista que trabajaba en la casa de Dalmasso al momento de su fallecimiento, sea juzgado en un juicio oral común o en un juicio por la verdad.

En tal sentido, Jávega acusa a Bárzola por abuso sexual con acceso carnal, seguido de muerte y violación de domicilio, en concurso real. Las pruebas que conspiran a favor de esta teoría se basan en un resultado de un análisis de ADN, el cual es compatible con las huellas genéticas halladas en el cinturón de la bata que llevaba Dalmasso en su cuello, además de los pelos que se encontraban en su zona íntima.

La familia había planteado desde 2007 que esas pruebas eran suficientes para incluirlo en el listado de cotejos, sin éxito. Los fiscales optaron por centrar la pesquisa en el círculo íntimo de Dalmasso, incluso sugiriendo teorías infundadas, como un vínculo incestuoso entre madre e hijo o la hipótesis de un crimen por encargo.

Por eso, la Cámara Criminal de Río Cuarto sobreseyó a Bárzola en octubre de 2023, argumentando que habían transcurrido más de 18 años desde el hecho, lo que activó la prescripción penal. A pesar de las pruebas genéticas, el tribunal consideró que no se interrumpió el plazo legal, aun cuando los Macarrón (exesposo de la víctima y sus hijos) no pudieron ejercer como querellantes durante años por estar imputados. También desestimó que se tratara de un delito de lesa humanidad, lo que habría evitado la prescripción.

Finalmente, este martes, el fiscal solicitó que se lleve a cabo la instancia judicial ante la Cámara en lo Criminal y Correccional, por entender que desde el inicio de la investigación se omitieron “evidencias cruciales” pese a la presencia de elementos que “apuntaban a él”.