El expresidente de Brasil Fernando Collor de Mello fue condenado por el Supremo Tribunal Federal (STF) a ocho años y 10 meses de prisión tras ser declarado culpable de corrupción, según informaron EFE e Infobae.
Con ocho votos a favor y dos en contra, los integrantes de la Corte Suprema sentenciaron que el político de 73 años, que ejerció la presidencia entre 1990 y 1992, recibió 20 millones de reales (4 millones de dólares) entre 2010 y 2014, en su tiempo como senador, para “viabilizar irregularmente contratos” entre una constructora y BR Distribuidora, una antigua subsidiaria de la empresa estatal Petrobras, para beneficiar al empresario Joao Lyra, con quien mantiene “una relación de amistad”. El caso deriva de la causa que investiga la operación Lava Jato; la denuncia contra Collor de Mello fue presentada por la Fiscalía en 2015.
Por intermediar en la concesión de tales contratos, por un valor total de 240 millones de reales (hoy 48 millones de dólares), el exmandatario recibió una “comisión” equivalente a cerca del 15% de esa suma, según lo dado como probado por la Justicia.
El juez inicial del caso, Edson Fachin, había sugerido en un principio que se lo sentenciara a 33 años de cárcel y una sanción de 20 millones de dólares.
Los hechos por los que se lo sentencian son “gravisimos”, dijo Fachin, que aseguró que “retratan el nefasto uso indebido de funciones públicas para promoción personal y patrimonial”.
Aseguró, además, que “el entonces senador se valió de la influencia político-partidaria para promover nombramientos en el directorio de BR Distribuidora y crear facilidades para el establecimiento de contratos”.
La Justicia comprobó que el blanqueo de dinero se dio a través de más de 40 depósitos en cuentas a nombre del político, en 65 cuentas de empresas de su propiedad.
Collor de Mello fue el primer presidente electo por sufragio directo tras el retorno a la democracia (Tancredo Neves fue electo por un colegio electoral en 1985 y José Sarney asumió en su lugar, dado que Neves murió antes de tomar el cargo) y fue el político más joven en asumir el máximo cargo gubernamental del país, tras ganarle en 1989 en segunda vuelta al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
El político, integrante en ese momento del Partido de la Reconstrucción Nacional y actualmente del Partido Laborista Brasileño, gobernó entre el 15 de marzo de 1990 y el 29 de diciembre de 1992.
Fue destituido por medio de un impeachment (juicio político) en el Congreso, a raíz de la situación económica de su país y sendas acusaciónes de corrupción contra él y su gobierno.
Entre 2007 y 2023 ocupó un escaño en el Senado y el año pasado fue candidato sin éxito al cargo de gobernador del estado de Alagoas, que ya había ejercido antes de llegar a la Presidencia.
Con información de EFE
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