Falleció en Buenos Aires la nieta restituida Carla Graciela Rutila Artés, como consecuencia de un cáncer. Tenía 41 años.

Carla Rutila era hija del uruguayo Enrique Joaquín Luca López y de la argentina Graciela Antonia Rutila Artés. Su padre, integrante del MLN-Tupamaros y del Ejército de Liberación Nacional en Bolivia, murió asesinado en ese país, y su madre está desaparecida al día de hoy.

Había nacido en Miraflores, Perú, el 28 de junio de 1975, y se trasladó con sus padres a Bolivia, donde estos se integraron al ELN. Luca López fue asesinado en setiembre de 1976, y madre e hija fueron secuestradas en abril de ese año en Oruro. En agosto de 1976, las autoridades bolivianas las entregaron a la Gendarmería argentina, que las trasladó al centro clandestino de detención Automotores Orletti.

Carla fue apropiada por Eduardo Ruffo, uno de los represores que actuaban en ese centro, y su esposa, Amanda Cordero, e inscripta como hija de ambos con el nombre de Gina.

Gracias a la labor de Abuelas de Plaza de Mayo, Carla Rutila fue localizada en 1983 y restituida a su familia biológica en 1985. A fines de los 80 abuela e hija se trasladaron a España, pero Carla regresó a Argentina en 2010, para declarar en contra de su apropiador, responsable además de golpearla y abusar de ella.

En los últimos tiempos, Carla Rutila había declarado en Italia, en el juicio que se realizó en ese país contra responsables del Plan Cóndor.