Estiman que entre 30 y 50 personas trans recibirán prestación reparatoria

El "régimen reparatorio" establecido por el proyecto de ley integran para personas trans fue uno de lo más cuestionados por los detractores de la iniciativa, tanto en el Parlamento como en redes sociales.

El artículo 10º establece una prestación mensual de 3 BPC (Base de prestaciones y contribuciones), es decir unos 11.544 pesos, para las personas trans nacidas antes del 31 de diciembre de 1975 que "por causas relacionadas a su identidad de género fueron víctimas de violencia institucional o privadas de su libertad" por parte de "agentes del Estado o de quien sin serlo hubiesen contado con la autorización, apoyo o aquiescencia de los mismos".

La norma establece como condición para recibir la reparación poder comprobar "en forma fehaciente" haber sufrido ese tipo de discriminación. Además, quedan excluidas las personas que ya cuentan con una jubilación o pensión o que tengan ingresos mensuales "de cualquier naturaleza" superiores a 15 BPC, unos 57 mil pesos.

En diálogo con Montevideo Portal, la integrante del Colectivo Trans del Uruguay Collette Richard explicó que según las estimaciones de las organizaciones recibirán la reparación entre 30 y 50 personas.

"Según el último censo las personas trans mayores de 45 años son el 3% del total de personas trans, que en Uruguay son unas 900", indicó, agregando que al total de mayores de 45 años "hay que restarle las personas que fallecieron, las que no fueron perseguidas por su identidad de género y las que por sus ingresos no tienen derecho a recibir la reparación".

Richard recordó que las personas deberán comprobar a través de un trámite que sufrieron violencia institucional por ser trans. En ese sentido, apuntó que muchas personas trans fueron "fichadas" por la Policía y sus legajos aún se encuentran en el Ministerio del Interior, lo que les permitiría probar la persecución. En otros casos, debería iniciarse una investigación.

La activista rememoró que las personas trans eran identificadas por la Policía como "pederastas pasivos". La mayoría sufrían detenciones arbitrarias por parte de policías y efectivos militares.

"En unidades militares nos hacían sacar la ropa y la ponían del otro lado de una piscina. Teníamos que nadar desnudas para alcanzarla, todo con 4 o 5 grados", recordó.

Richard indicó que muchas de las mujeres trans que pasaron por esas situaciones, que incluyeron violaciones, agresiones físicas y maltrato psicológico, actualmente "siguen sufriendo las consecuencias de esa época". La mayoría, indicó, se encuentra en situación de calle y, con más de 45 años y pocos estudios, con pocas posibilidades de reinsertarse en el mercado laboral.