Contenido creado por Gerardo Carrasco
Internacionales

El presente del pasado

Estalló en Alemania una bomba de la II Guerra Mundial. Dejó un cráter de 10 metros

Ocurrió el domingo en un sembradío de maíz cercano a la ciudad de Limburgo. No se reportaron víctimas.

24.06.2019 11:11

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2019-06-24T11:11:00-03:00
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Durante más de siete décadas, la bomba estuvo "durmiendo", enterrada en un campo, sin que nadie supiera de ella hasta el pasado domingo, cuando decidió que era hora de hacerse notar.

Según la Policía local, la explosión parecería haber sido provocada por un detonador químico de larga duración y provocó un cráter de cerca de cuatro metros de profundidad por diez de diámetro. La bomba pesaba 250 kilogramos.

Los especialistas en desactivación de explosivos confirmaron por la forma del cráter que la explosión procedía de una bomba.

No hubo ningún herido como consecuencia de la explosión, ocurrido en un campo de maíz cercano a la ciudad de Limburgo, según publica Clarín.

Alemania es un cementerio de bombas de la Segunda Guerra. Suelen encontrarse en excavaciones de obras en las ciudades, obligando a evacuar barrios enteros, para poder removerlas y detonarlas.

También ocurre, como en el caso del campo de Limburgo, que exploten por sí solas. Esto, según las autoridades, se produce al menos una vez al año en Alemania.

Y no solo ocurre en el país germano: en agosto del año pasado, unos obreros que trabajaban en la remodelación de una de las pistas del aeropuerto de Bruselas se encontraron con una de estas "chicas" durmientes.

La bomba estaba bajo la pista nueve y fue desactivada durante la noche por una unidad de artificieros que no tuvieron que hacerla explotar.

Bruselas, como el resto de Bélgica y muchas otras zonas de Europa que fueron escenario de batallas en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, están tan acostumbradas a estos sucesos que las noticias del hallazgo de bombas de esos conflictos apenas ocupan un lugar en los medios.

Alemania es el país que más vive estas desactivaciones de artefactos de la Segunda Guerra Mundial.

Pese a llevar décadas enterradas, las bombas siguen siendo peligrosas, incluso más que explosivos "nuevos". En ese sentido, los artificieros recuerdan a la población que no deben jamás manipular este tipo de explosivos, ya que con el paso del tiempo pueden conservar toda su potencia y -para colmo de males- volverse más inestables.