La Audiencia Nacional de España autorizó la extradición a Estados Unidos del exdirector ejecutivo adjunto de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), Vitaly Vanshelboim, acusado de apropiarse de más de 60 millones de dólares mediante sobornos y esquemas fraudulentos durante su gestión al frente de iniciativas internacionales de infraestructura.
Los jueces españoles aceptaron su entrega por dos de los cinco delitos por los que era reclamado: solicitud y recepción de sobornos como funcionario de una entidad financiada con fondos federales estadounidenses, y fraude electrónico mediante servicios honestos, además del blanqueo de capitales asociado. Sin embargo, denegaron la extradición por los cargos restantes, relacionados con conspiración.
Rechazo a la inmunidad diplomática
Durante la vista de extradición, Vanshelboim alegó tener inmunidad diplomática por su cargo en la ONU y argumentó que la causa era una represalia política por un libro que preparaba sobre la actuación de Estados Unidos en conflictos internacionales. También aseguró temer por su vida y cuestionó la imparcialidad del sistema judicial estadounidense.
No obstante, la Sala de lo Penal rechazó tajantemente estos argumentos, al considerar que no existe base objetiva para suponer motivaciones políticas ni riesgo de persecución. También concluyó que, si bien fue funcionario de la ONU, ya no ostenta inmunidad diplomática, y que algunos de los movimientos de dinero bajo investigación ocurrieron en territorio estadounidense, por lo que las autoridades de EE. UU. tienen jurisdicción sobre parte de los hechos.
Un esquema millonario con impacto global
Según el expediente estadounidense, entre 2015 y 2023 Vanshelboim habría recibido al menos dos millones de dólares en sobornos por parte de un ciudadano británico —identificado como D.K.— a cambio de facilitar préstamos y subvenciones por más de 60 millones de dólares desde la UNOPS, sin garantías suficientes y sin devolución posterior. El dinero se destinó a proyectos en México, el Caribe, Ghana, India y Kenia, entre otros países.
Estas operaciones, presuntamente, se canalizaron a través de empresas vinculadas al cómplice británico, y luego fueron transferidas a cuentas controladas por Vanshelboim con el fin de blanquear los fondos. La UNOPS, con sede en Copenhague, es una agencia especializada de la ONU que gestiona proyectos de infraestructura y adquisiciones en más de 80 países, especialmente en contextos de desarrollo y emergencia.
Con información de EFE