Contenido creado por Gerardo Carrasco
Curiosidades

Azúcar amargo

España: compró un paquete de caramelos y halló dentro carta de preso de una cárcel belga

En la misiva, el recluso denunciaba peticiones rechazadas y pedía que su carta se divulgara en redes sociales.

16.11.2022 10:02

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2022-11-16T10:02:00-03:00
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La empresa Candy Pack Belgium, que se encargó de empaquetar los caramelos vendidos hace unos días en la ciudad española de Palencia con una carta dentro escrita por un preso que pedía auxilio, aseguró a la agencia EFE no estar al corriente de los hechos, que “nunca antes” se habían producido.

“Jamás ha ocurrido nada igual”, explicó en conversación telefónica Caroline Simonis, responsable de prensa de esa firma, que aseguró que tampoco tienen constancia de que haya otras cartas del mismo tipo.

Según el diario vallisoletano El Norte de Castilla, un preso de la cárcel belga de Andenne (sur de Bélgica) redactó una carta que —de manera hasta ahora no dilucidada— fue a parar al interior de una bolsa de golosinas que una mujer compró en un supermercado de la cadena Aldi en la mencionada ciudad.

“Somos 3.000 detenidos los que queremos ser repatriados”, decía el preso, que se quejaba de que todas las peticiones de los reclusos en ese sentido “son rechazadas por el TAP (Tribunal de Aplicación de Penas)”.

El mensaje animaba a compartir en las redes sociales esa reivindicación.

"Me permito escribirle porque tengo un procedimiento abierto con un tribunal por octava vez", explicaba el preso en el texto en el que pedía al receptor que publicase la carta en redes sociales. Además, exponía la gravedad del asunto asegurando que los extranjeros de las prisiones belgas estaban expuestos a una "discriminación muy fuerte". "Especialmente en Andenne", puntualizaba el recluso, según informa la televisora española La Sexta.

La empresa que envasa estos dulces es Candy Pack Belgium, una firma mayorista de confitería.

Muchos emprendedores externos ofrecen trabajo en Bélgica a los recluidos en Andenne en los talleres de producción que tiene la propia prisión.

EFE