Es de Montevideo, pero recibió carta del Vaticano: al abrirla se encontró con una sorpresa

El martes 13 de junio, a Fernando le llegó una carta del Correo uruguayo, que fue recibida por un vecino porque él se encontraba trabajando. La persona que tomó la carta le envió una fotografía al verdadero destinatario y allí se podían ver las “marcas postales e información de que era enviado desde la Ciudad del Vaticano”. “Sí, señor, desde la mismísima ciudad pontificia”, comentó Fernando a Montevideo Portal.

Aún faltaban algunas horas para culminar la jornada laboral y llegar a su casa, por lo que el hombre comenzó a idear teorías en su cabeza acerca de qué podía contener el sobre. “Comencé a pensar en mi linaje familiar, a ver si alguna vez me habían comentado de algún bisabuelo que se quedó en Italia, se hizo cardenal o algo similar y ahora estaba heredando un castillo. Pero luego recordé que hacen voto de pobreza, así que no iba por ese lado”, ironizó Fernando, que prefirió mantener en reserva su apellido.

Por su mente también se le cruzó la posibilidad de que fueran “las famosas estafas nigerianas” con las que se suele asegurar que la persona heredó algún bien. “En ese caso, el posible estafador no iba a correr con suerte porque no tengo ciudadanía italiana; soy uruguayo hasta los tuétanos”, expresó.

Lo cierto es que Fernando estuvo en 2022 en España, donde visitó las ciudades de Barcelona y Palma de Mallorca. En esta última, junto a las demás personas que viajaron con él, alquilaron un auto.

Si bien el receptor de la carta había hecho una búsqueda previa en Google para tener idea de lo que se podía encontrar, al llegar a su casa confirmó todas las sospechas: el Ajuntament de Palma de Mallorca le había enviado una multa de tránsito como si fuera una carta del Vaticano.

La sanción económica se argumenta en que el conductor del vehículo circuló por una zona en la que se necesita autorización para transitar. El valor final de la multa fue de 45 euros.

En la búsqueda web que realizó, Fernando se encontró con que a un ciudadano alemán le sucedió lo mismo y también a una persona de Nápoles (Italia). Algunos países utilizan este señuelo porque son conscientes de que cuando mandan cartas a los contribuyentes estos no las van a recibir porque “saben que son malas noticias”, según sostuvo otra persona que fue multada de la misma manera.

La empresa que envía las multas se llama Nivi Spa y trabaja con varios servicios postales, entre los que se encuentra el del Vaticano, que se llama Post Vaticane.