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Entrevistas

"La política fue afectando a Pedro"

Entrevista con Fernando Amado

"A Pedro le cuesta entender el funcionamiento democrático", afirmó el diputado colorado Fernando Amado, quien anunció su candidatura a las elecciones de 2019. Amado también habló del vínculo con su padre y esa generación de militares. Por Pablo Méndez

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2016-10-03T07:10:00-03:00
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Montevideo Portal | Pablo Méndez
@pablomendezmvd

En conversación con Montevideo Portal, el diputado colorado Fernando Amado habló del vínculo con Pedro Bordaberry, la relación con su padre y la herencia ideológica del Partido Colorado. Lo que sigue es un resumen de la entrevista.

 ¿Cómo se siente en esta nueva etapa con Batllistas Orejanos?

Sentimos una gran responsabilidad porque este nuevo sector que hemos presentado a la sociedad pretende ser un sector que vuelva a conectar con la ciudadanía batllista que hoy, en términos generales, no está en el Partido Colorado. Tenemos que tratar de hacer el mayor esfuerzo no solo para decirnos batllistas, sino para hacer batllismo.

Ser orejano es de alguna manera ser libre.

Sí, es no tener marca, no tener dueño, como dice la acepción en el diccionario. Es una actitud de vida que nosotros la hemos llevado adelante en la política, hemos estado dentro de sectores que están liderados por alguien pero eso nunca fue un obstáculo para decir en qué no estábamos de acuerdo, más allá de que fuéramos minoría. Se nos fueron poniendo arriba de la mesa temas como la despenalización del aborto, la legalización del autocultivo del cannabis, los derechos humanos y la participación del PC con todo el proceso que llevó a la dictadura, la falta de autocrítica, la Concertación, la cohabitación permanente a partir de la década del 90 con el Partido Nacional, ese espíritu reaccionario ante frentista, que nos hacían decir que no estábamos de acuerdo. Hicimos un ejercicio de ir honestamente de frente al líder y dentro del sector de decir lo que pensábamos.

Hace unos días Pedro Bordaberry dijo que eras una mala persona ¿cómo sentiste eso?

La verdad con mucha pena y lástima. No son de las cosas que uno espera. Yo he ido endureciendo la espalda y el lomo para recibir todo tipo de críticas políticas a través de los libros que he escrito. Banco cualquier tipo de crítica, es parte de la tolerancia republicana. Cuando uno toma decisiones o hace críticas fuertes, puede venir críticas para uno también. Otra cosa es cuando se pasa al terreno personal y uno cree que porque hay diferencias ideológicas y políticas o porque uno crítica determinados cursos de acción uno es una mala persona. Esto no es nuevo en Bordaberry, los que estuvimos en Vamos Uruguay lo sufrimos, varios compañeros podrían testimoniar que a Pedro le cuesta entender el funcionamiento democrático. Le cuesta entender que la democracia es la administración de las diferencias y que el hecho de que el otro piense distinto no lo hace una mala persona. Yo con él siempre actué de frente, le mandaba un mail y le decía mirá que no estoy de acuerdo con esto, me reunía en su despacho y le decía mirá que si vos vas por este lado yo voy a decir que estoy en desacuerdo porque es algo que estoy convencido. A Pedro no le gusta esa frontalidad. Lo recibí con pena porque me doy cuenta que la política fue afectando a Pedro en el terreno personal. Cuando arrancó con Vamos Uruguay en 2007 él no era así, se empezó a tonar una persona que transformaba las diferencias políticas en personales, lo sufrimos muchos eso. También me sorprendió porque él se ha cuidado mucho de no parecer autoritario porque carga con esa mochila de que ya haya un prejuicio sobre su autoritarismo, por eso él siempre ha cuidado de no parecer violento y la verdad que me sorprendió que no haya logrado mantener su control y que haya tenido ese tipo de declaraciones que se nota que le salieron del fondo de su estómago y mostró, auténticamente cómo es él.

Le he escuchado autocrítica a Bordaberry, durante la evaluación de las elecciones nacionales supo dar un paso al costado.

Tengo una visión distinta, a veces cuando uno lo vive desde adentro, conoce la lógica y al monstruo desde adentro. El paso al costado de Bordaberry tiene algunas características que yo podría catalogar de decisiones políticas egoístas. Encabezó todas las listas y luego renunció y ni siquiera asumió en el Comité Ejecutivo Nacional. Más que una actitud de desprendimiento fue de irresponsabilidad.

Muchas veces se asocia el batllismo a las políticas del actual partido de gobierno, sistema de cuidados, sistema integrado de salud, los consejos de salarios y se asocia al Partido Colorado con las razias de Sanguinetti, al gobierno de Pacheco o al de Juan María Bordaberry. ¿Cómo te sentís en ese escenario?

Salimos a marcar un perfil de alejamiento de quienes han sido las figuras en los últimos 30 o 40 años porque creemos que tienen mucho que ver con la imagen que el Partido Colorado irradia a la ciudadanía. Hoy dentro del Partido Colorado vos podés escuchar que somos el escudo de los más débiles, que el Partido Colorado es el partido del batllismo una cantidad de cosas que solo se las creen en Martínez Trueba 1271, que es la dirección de la casa del Partido Colorado. Los únicos que pueden creer eso y se dan manija entre ellos para creerse que es así son correligionarios que viven en una realidad paralela porque el 90% de la gente no siente que sea así. La gente gesto tras gesto, postura política tras postura política fue sintiendo a lo largo de los años que el Partido Colorado no representaba ese ideario batllista de sensibilidad social, de respeto por los derechos humanos, de democracia, de estar del lado de los más débiles, de defensa de los trabajadores, de laicidad, todas esas banderas típicas del batllismo, que el Estado sea la herramienta de distribución no de la riqueza pero sí de derechos para quienes no tienen el mismo nivel inicial de vida, tengan la posibilidad de competir y de tratar de con su formación y su talento y virtudes poder llegar a realizarse. Todas esas cosas, el ciudadano no las ve en el Partido Colorado.

Todo el proceso traumático previo a la caída de la democracia tiene para el PC una acumulación simbólica negativa. Tuvimos un gobierno legítimo, constitucional, democrático en su génesis que tuvo un componente de mucho autoritarismo. Eran un momento de crispación política, había elementos que estaban conspirando contra la democracia, como el MLN-t pero no podemos dejar de ver que desde el gobierno se respondió a esa situación adversa con autoritarismo. Se cerraban medios de prensa, partidos políticos, había una actitud que poco tenía que ver con la tolerancia a la diversidad de ideas.

No va a haber nunca más honesto, hasta que no logremos procesar y con humildad y con sentido de autocrítica hacernos cargo de la cuota parte de culpa en todo ese desquebrajamiento institucional. Hasta que el MLN no tenga la capacidad de decir “creo que le erramos”, si el PC no es capaz de tener la humildad de asumir la responsabilidad histórica de haber sido el conducto por el cual termina llegando a la presidencia quien da después el golpe de Estado, Juan María Bordaberry, que no fue elegido por un zapallo, fue elegido por el Partido Colorado y si no podemos ser capaces de asumir que Bordaberry era un invento de Pacheco que es el que lo termina llevando a la Presidencia. Si no somos capaces de hacer autocrítica, que no todo el sistema político estaba condenando la posibilidad de un golpe de Estado, de hecho el Partido Comunista, veía con simpatía un golpe de Estado peruanista, si no pueden hacer autocrítica, tampoco sumamos. Sino logramos tener capacidad de autocrítica, va a ser muy difícil el nunca más. La única forma que no pasen las mismas cosas es que cada uno asuma la herencia institucional que le toque, en mi caso la del Partido Colorado, sabiendo que el PC le erró y le erró feo en cosas que no voy a tratar de justificar, sino que voy a combatir en caso de que vuelvan a aparecer.

Recién hablabas de la mochila de Bordaberry ¿qué pasa con tu mochila? ¿Cómo sentís el hecho de ser hijo de un militar, que fue comandante en Jefe del Ejército?

Siempre lo viví con naturalidad y lo enfrenté con naturalidad. Soy hijo de un militar que fue en la época de la dictadura teniente coronel y coronel, fue intendente interventor en Maldonado, fue agregado militar en Londres, y después estuvo en otros puestos más de dirección administrativa. No le tocó estar en lugares de tortura, pero eso no quiere decir que mi padre, como lo ha dicho mil veces no se sienta parte de ese proceso. Siendo Comandante en Jefe, en democracia, del 98 al 2000, él ha tenido una postura histórica de asunción y de defensa de lo que fue la actuación del Ejército y las FFAA en la dictadura. Por supuesto que yo no estoy de acuerdo, es evidente. Yo soy demócrata y él es un militar que defiende la actitud de los militares en la dictadura, no hay punto en el que nos podamos poner de acuerdo. Él defiende institucionalmente que las FFAA cierren filas para defender a quienes violaron DDHH, es una postura que han tomado todas las FFAA y muchos comandantes en jefe desde la recuperación de la democracia hasta hoy. Yo no puedo estar de acuerdo. Esa generación de militares tiene una visión negativa del político, no ve al político como un servidor público del país. Muchas veces lo ve como un acomodaticio lo ve como alguien impuro y yo soy político, creo que es una carrera noble y que sería bueno que no se desnaturalice esa actividad. Él no cree en los políticos, no cree en la democracia, tiene una visión negativa del político y yo soy político. Discusiones hemos tenido millones. Con el tiempo yo me he ido radicalizando, cuando me he ido formando más y formando a quién quiero defender y esas posiciones nos alejan. Como es mi padre y yo lo quiero y él me quiere a mí, y como nos queremos sabemos lo que nos lastima, hemos decidido tratar de evitar hablar de los temas que nos separan y que no nos van a encontrar. Entonces hablamos de Nacional, de mi madre, de mis hermanas. Hemos madurado.

¿Morirás abrazado a la bandera del Partido Colorado?

A mí una y otra vez se me pregunta eso y todo lo que he hecho ha sido para defender al Partido Colorado, entré con 19 años con un partido colorado casi destrozado, en donde no había nada para repartir, más que miseria. La herramienta partido colorado así como está hoy no me sirve, yo la quiero cambiar y empezar a dar un golpe de timón en cómo aborda una serie de temas. Nunca voté otra cosa, ni plantee otra cosa que el PC tuviera su expresión política autónoma y a mí me preguntan y no le preguntan a Bordaberry sino se quiere hacer del partido Nacional o a muchos compañeros que están desesperados en ir a acordar con los blancos. Nadie le pregunta a ellos sin van a ser colorados toda la vida.

¿Vas a ser candidato en las internas de 2019?

Para nosotros es fundamental decir la verdad sin misterios, incomode o no. Es obvio que voy hacia una precandidatura presidencial en el Partido Colorado porque nuestro sector tiene que tener una expresión electoral. Eso no quiere decir que yo crea que estoy para ser presidente de la República. Hoy el PC no es opción de gobierno, los precandidatos que estemos vamos a dar la batalla para liderar el partido y darle un perfil u otro. Queremos ganar la elección interna para hacer del partido lo que nosotros queremos hacer y representar lo que queremos representar.

 

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