Con la entrada en vigor este jueves de los nuevos aranceles impulsados por el presidente Donald Trump, Estados Unidos consolida un nuevo capítulo en su estrategia proteccionista, que acentúa las tensiones comerciales con sus principales socios a nivel global.

La medida, que marca el fin de una prórroga otorgada para negociar rebajas bilaterales, afecta a más de 40 países, con aranceles que oscilan entre el 10 y el 50 %, dependiendo del saldo de la balanza comercial con EE.UU. y del resultado de las negociaciones individuales con la Casa Blanca.

Una política de “reciprocidad” forzada

En palabras del mandatario, los nuevos aranceles buscan corregir el “gran déficit comercial” de EE.UU. con buena parte del mundo. El plan establece:

La medida también incluye represalias simbólicas, como el caso brasileño, que Trump justificó como un acto de defensa de su aliado Jair Bolsonaro, a quien considera víctima de una “persecución política”.

Negociaciones y excepciones

Algunos países lograron acuerdos de último momento:

“La mayoría de los países lograron rebajas frente a los aranceles anunciados en abril”, señala el informe oficial, que recuerda el llamado "Día de la Liberación" con el que Trump marcó el reinicio de su ofensiva comercial.

Entre los países beneficiados con rebajas se destacan:

América Latina, entre la presión y las concesiones

La región no ha quedado al margen del nuevo orden comercial impuesto por Trump. Países como Costa Rica, Ecuador, Venezuela y Bolivia fueron ubicados en el grupo de naciones con una tasa mínima del 15%, mientras que otros como Chile, Colombia y Argentina tendrán que enfrentar un arancel general del 10 %.

En el caso de Venezuela, la inclusión se dio pese a que no mantiene un flujo comercial fluido con EE.UU., lo que podría responder a razones más geopolíticas que económicas.

Con información de Agencias